Mi compañero Fran acaba de publicar En qué se parece Megaupload a un puerto comercial. Uno, que es un poco pesado con las metáforas financieras, del tipo La Noria se ha convertido en un banco malo o Rojadirecta.org y analogías fiscales, cree que Megaupload es como un toro, perdón, como un banco.
¿Que similitud pueden guardar un banco y Megaupload? Pues el nexo común estaría en que los principios que inspiran la normativa antiblanqueo son los mismos que se invocan para el cierre de Megaupload. Dichos principios, que me resultan cuestionables, defienden que hay gente obligada a colaborar activa y permanentemente con la Justicia en la persecución de las infracciones tipificadas. En definitiva, que ese ejemplo que alguien ponía del arrendador que se desentiende de lo que hace el inquilino en su local no les vale a las Autoridades.
No os voy a dar la lata con la profusa normativa antiblanqueo de capitales. Pero para empezar todos los bancos tienen la obligación de tener una política KYC, Know your Customer. Esto significa que debe haber unos procedimientos para conocer al cliente , a qué se dedica, de donde procede el dinero que mueve, etc. Todo ello protocolizado. Todo ello documentado. Y si una entidad no es capaz de hacer pasar por el filtro a ese cliente debe abstenerse de trabajar con él, ya que de hacerlo, el paquete le va a caer a ella.
Esta obligación es permanente, constante, de tal modo que ante un cambio en el comportamiento financiero, ante una operación atípica, se deben activar las alarmas y comprobar que no se trta de un tema de blanqueo. ¿Con qué fin? Con el de evitar realizarla y/o comunicarla al órgano supervisor público correspondiente. Si se realiza operativa de blanqueo y la entidad no demuestra que ha aplicado toda su capacidad de prevención para evitarlas su futuro, y el de los empleados, se tiñe de marrón fétido.
Este tipo de normativa, que nació inicialmente para entidades financieras se ha extendido a abogados, inmobiliarias, notarios, etc. Se adelanta la linea de defensa y los Estados encasquetan a los agentes privados la obligación y responsabilidad de la supervisión permanente. Una colaboración forzosa que cuestiona la supervivencia de toda empresa que no lo haga.
Detrás de la actuación contra Megaupload subyace esta filosofía en buena medida. Desconozco la normativa relacionada con las responsabilidades de las empresas de hosting por los contenidos que alojan, pero juraría que algo hay, aunque se queda corto. Y es que hacia lo que vamos es a nuevos modelos legales donde estas empresas habrán de justificar sus políticas KYC ante determinados interventores públicos. Deberán conocer y filtrar contenidos y clientes. A este paso no sería de extrañar que la navegación por la web supusiese ir con una identificación electrónica personal en la boca. Los tiempos de la internet libre y salvaje se ven amenazados.
Por acabar con el ejemplo de Fran. Si antes te podía valer el yo no sabía lo que hay en el contenedor, parece que ahora ya no. Ahora te dirán algo así como que demuestres que has hecho todo lo humanamente posible para saber que había en el contenedor, su orígen y su destino. Y si no lo has hecho, te van a cerrar la bocana del puerto.
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