Sanidad no debe financiar las terapias para dejar de fumar

Sanidad no debe financiar las terapias para dejar de fumar
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Después de la entrada de en vigor de la Ley Antitabaco y el aplauso del 65% de la población no fumadora frente a la crítica y escarnio del 35% restante, (fumadores obviamente); la ministra de Sanidad, Leire Pajín ha afirmado en una entrevista a Onda Cero que cabría la posibilidad de que en un futuro la Sanidad pública financiara la terapias para dejar de fumar.

Esta financiación iría en línea de un acompañamiento y cobertura de la legislación vigente que acaba de entrar en vigor y aunque no se ha cuantificado la partida presupuestaria, entrar en esa tónica de gasto público en Sanidad es un gasto innecesario por diversos factores. Evaluemos en una media de 300 euros el coste en fármacos, parches o sustitutos de la nicotina, el tratamiento a seguir por cualquier fumador. Imaginemos que atendemos a 10 millones de fumadores (venga, seamos optimistas y sanos) que deciden dejar de fumar, por lo que el coste total ascendería a unos 3.000 millones de euros. Esta cuantía es inasumible por Sanidad y tampoco tiene alguna lógica económica.

El primer punto que debemos tener presente es que dejar de fumar requiere más fuerza de voluntad que una ayuda real, tanto farmacológica como psicológica. El segundo punto es que fumar es caro, mucho y que un fumador de cajetilla diaria gasta mensualmente en tabaco 120 euros o casi 1.500 euros anuales en esta droga. Con estas cifras de gasto, cualquier fumador se puede permitir pagar su propia terapia para dejar de fumar sin tener que ir a robar un banco, dado que si los fumadores pueden pagar el tabaco que consumen, también pueden pagar el tratamiento necesario para dejarlo.

El tercer punto a aplicar es la propia lógica sanitaria. Tenemos lagunas sin cubrir en Sanidad mucho más importantes que las terapias para dejar de fumar. Pienso en la masificación de muchos servicios médicos de atención primaria, en la cobertura de la salud bucodental, en la mejora de la medicina preventiva mediante la realización de diagnósticos precoces…

Resumiendo, podemos estar a favor o en contra de la actual ley antitabaco, pero el Gobierno no debe pagar nunca la desintoxicación de los fumadores, teniendo prioridades sanitarias más importantes y con mayores efectos positivos. El que quiera dejar de fumar, que se lo pague él, al igual que se paga el tabaco cada día, pero nunca con el dinero de todos.

Nota: No he comparado con otras drogas más duras, como cocaína, heroína o alcohol porque ahí la ayuda psicológica y la labor de reinserción social es imprescindible en casi todos los casos, además de necesitar farmacología con supervisión médica y psicológica, como puede ser el tratamiento con metadona que se aplica en heroinómanos, por ejemplo.

En El Blog Salmón | 50.000 empleos menos en hostelería por la Ley Antitabaco, Puede que los negocios sufran por la ley prosalud ¿y qué?
Imagen | eozikune

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