La productora de música británica, Apple Records, que se hizo famosa por ser la productora de la música y propiedad de los Beatles, acaba de denunciar a Apple Computer por su intromisión en el mundo de la música.
Ya en 1991, tuvieron sus primeros conflictos y llegaron a un acuerdo en el cual la productora de iPod acordó no entrar en el mundo de la música con la marca Apple. Cuando Apple Computer lanzó su iPod, el conflicto se reactivó. Parece que en ese momento, Steve Jobs, Presidente de Apple Computer, llamó a Apple Records y ofreció $1 millón por los derechos de Apple en el mundo de la música, una cantidad ridícula, comparada con los más de $20 millones que pagaron en 1991 para poder utilizar Apple fuera de ese mundo. Parece que la decisión se basa en dos temas concretos, Apple Computer dice que sólo es distribuidora de música y no productora y, por lo tanto, no entra en conflicto con la productora Apple Records. Apple Records dice que cualquier actividad dentro de la música está prohibida. Por otra parte, Apple Computer dice que no está en el mundo de la música sino en el de informática y que su negocio es la gestion de derechos digitales, a través de iTunes, y la venta de reproductores electrónicos de música, a través del iPod. Nada que ver con lo que hace Apple Records.
No soy abogado pero mi opinión es que Apple Records tiene controlado todo los aspectos dentro del mundo de la música y, por lo tanto, ganará este caso. Es muy difícil creerse lo que dice Apple Computer que no hacen música. Sus negocios, iTunes y iPod, están claramente en el mundo de la música, aunque tampoco creo que los consumidores están confundidos sobre quién es quién en el negocio.
Si no llegan a un acuerdo, con el pago de una cantidad sustancial de Apple Computer a Apple Records, puede que Apple Computer tenga que suspender su servicio iTunes, como casi pasó recientemente con Blackberry y, quizás, tendrá que suspender sus ventas de iPod. Los abogados estarán haciendo los números.
Vía | Expansión y Libertad Digital En El Blog Salmón | Steve Jobs le da una clase magistral a las discográficas