Parece increíble que Fernando Martín después de haber tenido que presentar hace unos meses en el Juzgado de lo Mercantil número 7 de Madrid, el concurso voluntario por el grupo de sociedades que conforma el holding Martinsa Fadesa, haya sido reconocido por la fiscalía con una “necesidad” de sueldo por su entidad como persona física de 75.000 euros al mes.
Aunque en el acta de los trámites que está llevando y regulando éste juzgado sobre el concurso de acreedores se indica. que esto se debe a los flujos patrimoniales del señor Martín, así como que hay parte de dichos 75.000 euros que serían retenidos, parece mentira que ante una grave situación como la quiebra de ésta gran empresa que ha afectado a muchísimas personas, el mayor exponente empresarial de la misma se vea beneficiado con una gran suma de dinero para que: “no se vea afectado su nivel normal de vida”.
Ésta cuantía que ha sido en primera instancia aceptada por la fiscalía en vista a las necesidades de Fernando Martín como persona física, fue propuesta por la administración concursal de las sociedades, quienes están llevando a cabo un desglose serio de la contabilidad de acreedores de cada una de las sociedades así como la valoración actual de los activos para intentar llegar a un acuerdo con los mismos.
Hay que matizar que según marca el código de comercio, cuando una empresa ya se encuentra en estado concursal son sus acreedores ordinarios, estando en mayoría absoluta, los que acepten o no las condiciones que marca la administración concursal; todo ello regido por el Juzgado que determina la validez de todos los acuerdos entre sociedades y acreedores.
Sería ciertamente grave que el daño causado a muchas familias que han perdido sus ahorros y además no tienen sus casas, además de a muchos pequeños inversores no se vea repercutido en el “salario” del señor Fernando Martín, que la fin y al cabo como empresario y presidente de éste holding debería ser el responsable (después de ambas compañías como personas jurídicas) de hacer frente a todo lo pendiente, y no llevándose una ingente suma de dinero que puede que ni le sea necesario.
En resumen, veremos que es lo que ocurre y al acuerdo que llegan con los acreedores en adelante, pero no sería de extrañar que se quedara con una muy jugosa cantidad monetaria.
Imagen | asocall
Fuente | cinco días
En el Blog Salmón | Martinsa Fadesa: Midiendo el agujero bancario