En China hay un desajuste brutal en la oferta y la demanda de órganos, alrededor de 1.5 millones de personas necesitan uno, pero sólo 10.000 personas reciben uno al año. Además la mayor parte de los órganos vienen de prisioneros condenados a muerte. Pero las nuevas regulaciones van a reducir el número de órganos provenientes de las ejecuciones.
El desajuste ha acabado provocando que haya un mercado negro de órganos muy fuerte, además de la demanda de extranjeros. Recientemente hubo un escándalo cuando un español que había pagado por un hígado en China y fue tratado del postoperatorio en España, no creo que sea el único occidental que lleva un órgano de un chino ejecutado.
Los precios son altos, pero si lo pensamos con detenimiento, no me parecen tanto teniendo en cuenta de que se trata de órganos humanos. Un riñón es pagado por unos 15.000 dólares. ¿Renunciaría alguien a su riñón por 15.000 dólares? El nivel de vida medio en China es bajo, pero no creo que tanto como para aceptar esos precios por un riñón.
Pero aparentemente muchos trabajadores rurales están aceptando estos bajos precios por su riñón. Un síntoma de que la situación es desesperada es que negocian los gastos de transporte en el paquete. por cierto, este mercado no sucede exclusivamente en China, sino también en países como Pakistán, India y Rusia donde británicos y alemanes compran. España tiene una tasa de donaciones muy alta, pero no es habitual en el mundo occidental.
En China están intentando incrementar el número de donantes para reducir la diferencia entre las necesidades y el número de órganos, aunque no parecen estar consiguiéndolo con mucho éxito por razones culturales. Además en China se están pensando en compensar a los donantes con cuidados médicos o incentivos fiscales. La pregunta es ¿estamos entrando en una especie de dinámica en la que el estado compra órganos? Es un tanto inquietante.
En El Blog Salmón | Mafia S.p.A.
Vía | Al Jazeera English
Más información | El País 1 y 2
Imagen | Jimmie