Esta mañana esperábamos la decisión del Tribunal de Justicia de la Unión Europea (UE) que estaba decidiendo sobre si la Quantitative Easing (QE) del Banco Central Europeo (BCE) era legal dentro de las normas operativas del BCE. Desde que el presidente del BCE, Mario Draghi, anunció que haría "lo que fuera necesario" para sostener el sistema del Euro, inició su proceso billonario de inversión en bonos europeos y de suministro de liquidez a los bancos europeos.
Esta decisión fue criticada por muchos, incluyendo por muchos en Alemania, de los cuales se incluía el banco central alemán, el Bundesbank, que pensaban que el BCE se estaba excediendo en estas actividades y que no eran respaldadas por el Tratado que guiaba la acción del BCE.
Esta mañana el Tribunal de Justicia acaba de dictar en favor del ECB, diciendo que las actividades de QE del BCE entran dentro de su Tratado.
Aunque esta decisión quiere decir que veremos más de lo mismo del BCE con su QE, los mercados, y muy especialmente los bancos europeos y los países del Euro, dieron un gran suspiro de alivio ya que continuará la excesiva liquidez en los mercados del Euro y los países pueden continuar como ahora, es decir, retrasando sus muy necesitadas reformas estructurales, reformas en el lado de la oferta.
Ahora que Grecia y sus acreedores están en sus últimos momentos de decisión de si hay o no acuerdo entre ellos, muchos dicen que es aún más necesario la confianza que trae esta capacidad de liquidez illimitada del BCE y los que piensan esto se pueden sentir a gusto con la decisión.
Con esta decisión los gobiernos europeos se han salvado de los fuertes aumentos de las primas de riesgo que hubieran resultado en los páises más débiles con una decisión en contra del BCE.
Subidas de las primas de riesgo se verán igual, con la inestabilidad que se está viviendo con lo que está pasando con Grecia, pero serán mucho menos de lo que se vería si los países europeos más débiles hubieran perdida el chaleco salvavidas financiero que es el QE.
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