A veces nos olvidamos del importante impacto que tiene la historia en en la economía. Pensamos que realizar actuaciones políticas adecuadas puede mejorar la situación general y que si no mejora es porque las políticas no son las adecuadas. Pero no siempre es así.
Cada trimestre, cuando sale la EPA, publicamos el mapa de paro por autonomías, y existen unas diferencias brutales entre el norte y el sur. Curiosamente si hacemos un mapa similar de los resultados PISA también veremos estos problemas. ¿De dónde vienen estas diferencias?
La historia lo explica (casi) todo
Siempre que pienso en los efectos de la historia en la realidad económica recuerdo el estudio que descubrió que las regiones de Rumanía, Polonia, Serbia o Ucrania que pertenecieron al Imperio Austro-Húngaro (¡que se disolvió hace cien años!) son a día de hoy menos corruptas que el resto de los respectivos países.
Es decir, las costumbres perviven a lo largo de la historia y tienen un impacto real en la economía, a lo largo de generaciones. Y con el mapa del paro en España pasa lo mismo.
Se ha publicado hace poco un artículo que relaciona los malos resultados académicos del informe PISA en España (que da un mapa muy similar al del paro) con la presencia o no de latifundistas en el pasado. Y la presencia de estos latifundistas está directamente relacionado con la Reconquista, que comenzó hace 1000 años y terminó hace 500.
Eventos históricos tan alejados no parece tener influencia en nosotros, pero no es así. Quizá por eso con un mismo mercado laboral (completamente disfuncional, por cierto) el paro en Andalucía es tan alto y en el País Vasco es más moderado (no digamos bajo porque se reirían de nosotros en cualquier país civilizado).
Imagen | andy.clark