A raíz de la intervención por parte del Banco de España del Banco de Madrid, consecuencia directa de las investigaciones que Estados Unidos ha abierto sobre Banca Privada Andorrana (BPA), su matriz, por posible blanqueo de capitales, se está hablando mucho sobre la banca privada. ¿Qué significa esto?
La banca privada poco o nada tiene que ver con la banca comercial o personal, la gran predominante del sector. Si cualquiera de nosotros hubiese acudido a domiciliar la nómina y unos cuántos recibos a una sucursal de Banco de Madrid, posiblemente ni nos hubiesen escuchado. La banca privada va por otro camino totalmente diferente.
Los clientes de la banca privada no son pequeños ahorradores a la caza de un préstamo bancario. Banco de Madrid, por ejemplo, sólo tiene unos 15.000 clientes con los que gestiona alrededor de 6.000 millones de euros en activos. Seis de sus SICAV, además, se encuentran entre las quince mayores por volumen gestionado. Es otra división, sólo para clientes premium.
La banca privada gestiona patrimonios importantes, de ahí que sus cuentas estén mucho más saneadas que las de cualquier banco comercial. Volviendo a Banco de Madrid, a cierre de 2013, último dato que se conoce, su ratio de morosidad sólo era del 1,92 %, años luz por debajo del 13,61 % de media del sector. Con respecto a la tasa de solvencia ocurre exactamente igual: mientras la media del sector es del 12,10 %, la de Banco de Madrid es del 38,4 %.
Normalmente, cuando el patrimonio de un cliente es muy importante, este abandona la banca personal y entra en la banca privada. Ya es premium. En banca privada el asesoramiento es mucho más personal, los productos financieros que le ofertarán son más complejos, la confidencialidad será máxima y el asesoramiento fiscal estará a la orden del día.
En definitiva, la banca privada juega en otra división. Se trata de una sección a parte de la banca convencional dirigida a una élite de la sociedad. Los Puyol, por ejemplo, tenían parte de su fortuna en Banco de Madrid.
En El Blog Salmón | El Banco de España interviene el Banco de Madrid
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