Después de negociaciones que duraron toda la madrugada, parece que hay un acuerdo en el seno de la Unión Europea para reformar los tratados. Eso sí, es un acuerdo a dos velocidades. Por un lado 26 miembros, por el otro el Reino Unido, que se queda solo en oposición al tratado.
Pero lo que nos incumbe en este blog es saber si es la solución definitiva a la crisis del euro, si la crisis de deuda se puede dar por cerrada. Y me gustaría realmente poder contestar a esta pregunta, pero no está ni mucho menos claro.
La única novedad es que no habrá quitas como la griega. Grecia es un caso especial y no habrá más países como ese. Pero realmente no se ha llegado a un acuerdo para financiar la deuda de los países con problemas, ya sea con eurobonos o imprimiendo billetes en el BCE.
Los acuerdos son básicamente los de siempre. Habrá más disciplina fiscal, etc. Pero es lo de siempre, y que nunca se cumple. Lo que hubiera sido una novedad es armonizar impuestos, unificar el fondo de Garantía de Depósitos o incluso establecer un horizonte para una caja única de la Seguridad Social. Pero eso queda muy muy lejos.
La única novedad es que los fondos de rescate estarán gestionados por el BCE, y por tanto queda la puerta abierta a que sea esta institución, la que realmente puede tener tanto dinero como quiera, la que realmente haga los rescates. Pero no está nada claro que esa sea la conclusión.
En definitiva, al igual que en España se necesitan reformas que impulsen al país, Europa también las necesita, necesitamos un marco más claro y un horizonte de unión política y fiscal. Pero los Estados miembros no tienen la capacidad o la voluntad de lograrlo. Seguramente esta chapuza salve al euro, pero no mejorará la integración de las economías ni evitará crisis futuras.
Más información | El País, Gurusblog, Materias Grises
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