La deslocalización empresarial es vista, en los últimos tiempos, como uno de los grandes problemas de la economía española. Las multinacionales deciden cerrar sus fábricas en España y trasladar la producción a países con costes más competitivos. Ante esto, políticos y sindicatos levantan la voz y protestan... No creo que protestaran tanto cuando hace unos años era España la meca de los costes bajos, y la beneficiaria de estas políticas de "deslocalización" (que entonces eran vistas como inversión estupenda en el país).
Pero es que no hay que irse muchos años atrás. Ahora mismo, General Motors se está planteando trasladar la producción del Combo (uno de sus vehículos industriales) de la fábrica portuguesa de Azambuja por falta de rentabilidad. Y una de las candidatas mejor posicionadas para asumir la producción es la española de Figueruelas. Mmm... digo yo que habrá que estar a las duras y a las maduras. Y si la "deslocalización" nos parece una mala política cuando somos los perjudicados, también habría que decirlo cuando nos beneficia, ¿no?. Y si, por el contrario, consideramos que la mal llamada "deslocalización" es una mera cuestión de rentabilidades, competitividad y asignación eficiente de recursos, no hay lugar para la protesta: lo que hay que hacer es trabajar para ser competitivo, rentable y eficiente.