El crédito desplazado a la vivienda

El crédito desplazado a la vivienda
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En un informe de coyuntura elaborado por Caixa Catalunya, aparece un dato revelador. Según este informe, del total de crédito recibido en España por Otros Sectores Residentes (todo lo que no es Administraciones Públicas), el porcentaje recibido por Hogares e Instituciones Sin Finalidad de Lucro ha pasado de ser el 34,0% en 1991 al 47,1% en 2004, en perjuicio del crédito destinado a actividades productivas que ha pasado del 61,4% al 51,1%.

Estos datos, que en frío pueden ser asépticos, reflejan una realidad y una tendencia preocupante: y es que la sociedad española prefiere endeudarse para invertir en vivienda (principal destino del crédito a los hogares) que endeudarse para invertir en actividades productivas.

Y digo que es preocupante porque una inversión en actividad productiva es una inversión viva: el objetivo es desarrollar una actividad económica que genere al menos un rendimiento superior que el tipo de interés de la deuda adquirida. Eso supone crear puestos de trabajo, adquirir bienes y servicios, vender bienes y servicios... en definitiva, dinamizar la economía y generar riqueza en diversos sectores. Por contra, la inversión en vivienda es una inversión muerta: no genera ninguna actividad. Sirve para pagar la actividad desarrollada por la construcción, y a partir de ahí... quizás, de un modo residual, permita dinamizar algo el sector de compra-venta inmobiliaria. Pero nada más.

Esto se puede deducir, también, de un ratio que presenta el informe, y es el resultante de dividir el crédito entre el PIB. Con un crédito más "productivo", un incremento del crédito genera un incremento del PIB y por lo tanto el ratio tiende a permanecer estable en el tiempo. Con un crédito "insano", por el contrario el incremento de crédito no genera un incremento del PIB proporcional, y por lo tanto el ratio tiende a crecer. Pues bien, según el informe, este ratio ha pasado de ser el 68,6% en 1980 a un 123,1% en 2004.

La pregunta es: ¿qué pasará cuando todo el mundo haya comprado ya su vivienda? ¿Y cuando las expectativas de evolución de los precios hagan poco atractiva su compra como inversión especuladora?. Nos encontraremos con un tejido productivo atrofiado, con una sociedad que ha perdido su espíritu emprendedor, que no se atreve a endeudarse para poner en marcha un negocio. El día en que el sector de la construcción deje de tirar de la economía española...¿quién lo va a hacer?

Si a este dato le añadimos algunos de los elementos que mencionan en Estratega en este estupendo post... pues tenemos un panorama francamente preocupante. La duda es saber si las "cabezas pensantes" de este país ya saben todo esto y están dispuestas a ponerle remedio... o si por el contrario, se pondrán una venda en los ojos y seguirán proclamando las bondades de la economía, esperando que cuando estalle la crisis ellos ya no estén en el sillón.

Vía | El Mundo Más información | Caixa Catalunya Más información | Estratega

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