El gran dilema del desempleo

El gran dilema del desempleo
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Esta es la gráfica del desempleo para una ciudad de Estados Unidos desde el año 2000 hasta marzo de 2009. Como vemos, el estallido desatado a mediados del año pasado no tiene freno. La linea ascendente, casi exponencial, que ha tenido el desempleo en los últimos meses da cuenta vivamente de la dura realidad que padecemos y que no puede ser resuelta ni en dos meses, ni en seis. Este verdadero infierno es producto de aquellos que lanzaron la idea de que los mercados se ajustaban automáticamente.

A casi 20 meses de iniciada la crisis (agosto del 2007), hay que dar cuenta del total engaño y de la gran mula de carreta con que nos hicieron comulgar. No existe tal cosa del “ajuste automático del mercado”. Cuando se entienda que en la micro y la macro operación del capitalismo se involucran cuatro ingredientes interconectados y dependientes mutumente, podrá comprenderse que cualquier alteración termina dañando. Tanto el Individuo, la Empresa, el Estado y el Mercado requieren de un equilibrio armónico y autosustentable para existir. Al menor desliz, a la más tibia escapada de alguno de estos elementos en busca de intereses propios, el sistema colapsa.


Por eso es que para que exista armonía, incluso frente a situaciones de alto desempleo como la que estamos viviendo, es primordial el equilibrio en estas cuatro áreas: Individuo, Empresa, Estado, Mercado. Esta visión de lo micro a lo macro permite asimilar perspectivas provenientes de otras fuentes. Al mismo tiempo deja en claro que el individualismo a ciegas nos lleva al desequilibrio por ser una situación que abandona los otros elementos.

El conflicto entre individuo versus globalización es parte esencial del problema. Dado que la globalización lo ha impuesto, al hablar de Empresa hablamos de un sentido de empresa global, tal como el mercado global que ya tenemos. Hasta ahora, el punto débil ha sido el “Estado global”, y no se trata que haya un Estado por sobre los otros Estados, sino simplemente de acordar reglas del juego claras e iguales para todos. Solo la existencia de reglas del juego claras y transparentes permitirá crear el necesario equilibrio entre Individuo, Empresa, Estado y Mercado. Esta es parte de la tarea que hay por delante y en la cual el empleo y la valoración del trabajo será esencial.

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