¿Cómo afectaría a la Unión Europea un tratado de libre comercio con Japón?

¿Cómo afectaría a la Unión Europea un tratado de libre comercio con Japón?
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Tras la vigésimo cuarta cumbre euro-japonesa que acaba de tener lugar en Bruselas, se ha alcanzado un histórico acuerdo comercial entre dos de los mercados más grandes del mundo, que se han comprometido a establecer las bases de un Tratado de Libre Comercio (TLC), pretendiendo alcanzar el mayor mercado del mundo por nivel de renta.

La relación comercial entre ambas áreas económicas es muy estrecha en la actualidad, para que se puedan hacer una idea en términos cuantitativos, la Unión Europea exporta anualmente a la economía nipona bienes y servicios por un valor de 44.000 millones de euros, e importa de la misma 65.000 millones.

Y no solo eso, sino que si se consumara el pretendido TLC se pondría fin a innumerables rencillas comerciales, especialmente las proporcionadas por las patentes industriales y el comercio de automóviles.

Dicho esto, yo me planteo: ¿cómo puede afectar este acuerdo a la Unión Europea? Pues los efectos son diversos, y como cabría esperar tenemos algunos positivos y otros que no lo son tanto. Como siempre es más dulce comenzar por lo positivo, las consecuencias más inmediatas serían:

  • Reducción de costes para las empresas que utilizan inputs intermedios procedentes de las dos áreas económicas, puesto que al no tener que satisfacer aranceles, su precio final será menor, y por tanto, estas empresas podrán operar con una estructura de costes más barata
  • Aumento del comercio, puesto que si se eliminan las trabas aduaneras y burocráticas, las relaciones comerciales tenderán a incrementarse
  • Las dos economías tenderán a ser más eficientes, puesto que se impondrán en el mercado los productos y subproductos más competitivos, llevando a las empresas a competir en un marco relacional mucho más amplio


Analizados los pros, existen algunos hechos que confirman que el camino no será fácil, estos son:
  • La Unión Europea (especialmente Alemania) y Japón son economías de servicios y a la vez industriales, intensivas en conocimiento, y al mismo tiempo rivales, puesto que su tejido productivo es razonablemente parecido. Desde hace décadas, y sobre todo en la década de los años ochenta, ambos países han librado varias batallas comerciales motivadas por los derechos de propiedad. Estableciéndose por parte de cada uno de ellos políticas proteccionistas, para restar prestigio a las técnicas que pudieran suponer una ‘amenaza’ en los mercados nacionales
  • La competencia inducida en los procesos de licitaciones públicas, esto es la construcción de obras de grandes infraestructuras, que en el caso de la Unión Europea se reserva casi en exclusiva a las empresas europeas


En mi opinión el libre comercio es positivo para los mercados que se integran, siempre y cuando se repartan de manera equitativa las ganancias de eficiencia. En el caso de dos economías muy maduras como la europea y la japonesa, sin lugar a dudas será así, aunque se convierta en un factor de presión adicional que nos implique aún más en nuestra particular carrera por la mejora de la eficiencia y la eficacia de nuestros sectores productivos. ¿Por qué no pensar que será positivo?

Vía | Cinco días
En El Blog Salmón | Nueva zona de libre comercio en Asia se ha cansado de esperar
Imagen | fotos_fred

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