El fabricante andaluz de automóviles Santana Motor ha cerrado. Seguramente a muchos no les suene de nada, pero se trata de un fabricante de todoterrenos cuyo accionista es la Junta de Andalucía. La mayor parte de sus empleados van a ser prejubilados o recolocados en empresas de la zona.
Santana empezó fabricando maquinaria agrícola y más tarde los modelos de Land-Rover bajo licencia. También ha fabricado vehículos de Suzuki, tanto para la multinacional japonesa como bajo su marca propia. Pero sus modelos estaban anticuados y nunca consiguió una cuota decente del mercado español de vehículos todoterreno, ya no hablemos de los mercados internacionales. Eso sí, la Junta de Andalucía los compraba bastante, debía de ser su principal cliente de lejos.
Nunca he conducido un vehículo de Santana, pero nunca me han parecido especialmente atractivos, lo que sí me han hablado es de graves fallos de fiabilidad por parte de personas que los han utilizado. Personalmente nunca los vi suficientemente competitivos, además de que la red de distribución casi brillaba por su ausencia.
Como señalan los compañeros de Motorpasión, si exceptuamos a los fabricantes de coches minoritarios, Santana Motor era el último fabricante de capital español. Esto sucede en un país que se ha convertido en el segundo fabricante europeo de vehículos, después de Alemania. Parece que se nos da bien construir coches para otros, pero no para nosotros.
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