Tiempo compartido: tentaciones de verano

Tiempo compartido: tentaciones de verano
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Toca columna muy de temporada. Esta columna casi que huele a crema bronceadora, cloro piscinero, a salitre en el aire. Esta columna va a ir de multipropiedad, tiempo compartido, timesharing, o aprovechamiento por turnos de bienes inmuebles de naturaleza turística, en palabras del consumidor. Una fórmula que quizás tuvo su boom en el pasado, pero que, como veremos sigue estando muy muy vigente.

A través de esta fórmula uno adquiere el derecho al uso exclusivo de un inmueble durante una porción del año. Se trata de una solución muy ligada a las necesidades del mercado turístico, que se las ingenia para hacer frente a la competencia inmobiliaria. En vez de los costes derivados de ser propietario de un apartamento del que solo voy a disfrutar tres semanas al año, opto por comprar un apartamento sólo durante esas mismas tres semanas al año. ¿Sencillo? No tanto.

Quien compra un apartamento, un chalet, etc, en multipropiedad realmente está comprando un servicio (con los matices que haremos a posteriori). En este sentido, y aunque el trabajo es anterior a la legislación española del 98, os recomiendo la lectura del trabajo del timesharing de El Rincón del Vago que os linko más abajo.

En esencia, lo que hay que entender es que en este negocio funcionan, en primera instancia, tres agentes:

  • El promotor del inmueble, que comercializa su complejo inmobiliario-recreativo.

  • El gestor del complejo: es el encargado del mantenimiento del mismo en todos los aspectos administrativos, de limpieza, de hostelería, etc. Como os podéis imaginar es clave su desempeño para la buena marcha de un complejo de multipropiedad.

  • El club de intercambios a nivel mundial del que complejo forma parte, y que permite intercambiar nuestras semanas por otras en otros inmuebles.

Lógicamente, estos agentes inmobiliario-turísticos pueden ser independientes entre si, o formar parte del mismo grupo. Lo que queda claro es que todo ello supone un coste, y no precisamente económico, que se repercute al adquirente. ¿Todos los compradores son conscientes de esta compleja arquitectura de negocios y de lo que implica?

En España, nos encontramos con una Ley del año 98 que pretendía regularizar el sector. Obviamente, la picaresca supera siempre los cauces legales, pero, más allá de la misma, lo que me preocupa es que, precisamente por permitir el acceso de estos derechos al Registro de la Propiedad, muchos crean que estan sfucientemente protegidos, sin darse cuenta que esto es solo parte del complejo contrato que han firmado, lleno de obligaciones y derechos. De poco me sirve que se inscriba ese derecho si luego el gestor del inmueble es un desastre o soy incapaz de asumir los costes del mismo o el club de intercambio no funciona....

¿Algún problema más? Si, señalaría al menos cuatro.

  • En este sector se han llevado a cabo prácticas de comercialización, de venta, bajo presión. Es de los más duros que conozco, y aunque el marco legal permite declarar nulas las ventas irregulares, esta sombra planea sobre el mismo.me emo que, aunque mucho se ha mitigado, dadas las condicones en que se llevan a cabo las ventas (durante las vacaciones, in situ, en un periodo corto, etc) no podrá eliminarse esta influencia del todo.

  • Junto con profesionales serios o muy serios, bajo la excusa de la multipripiedad se han cobijado mafías de estafadores, blanqueadores de dinero, etc, que han perjudicado no sólo a sus víctimas, si no también al propio sector dañando su imagen.

  • Ante la crisis actual, uno se encuentra con que hay promociones puramente inmobiliarias que se reconvierte en promociones de aprovechamiento por turnos, para facilitar su comercialización. Pero este cambio de orientación al negocio también se produce desde el lado turístico: grupos hoteleros que comienzan a "vender" sus habitaciones. Si aquellos buscaban sacarse de encima los apartamentos, estos lo que pretenden, en última instancia, es asegurar el cobro de esos alojamientos X años por anticipado. Lo que me inquieta es que se entre en ese negocio por necesidad, y no por convencimiento, desde la fuerza de las circunstancias y no desde el conocimiento ni la experiencia. ¿Será sostenible en el largo plazo ese aprovechamiento?

  • Es largo de explicar aquí, pero dado que en estas operaciones se suele recurrir a formulas de financiación para afrontar el desembolso inicial, os recomendaría que en, la medida de lo posible, acudaís al sistema de financiación convenido que os oferten desde la promotora. Aunque parezca mentira, en general, y ante problemas sobrevenidos, será más sencillo de anular que el recurrir a nuestro banco de confianza.

Como conclusión, y por experiencias ajenas que conozco, os diría que entender la multipropiedad como una alternativa de inversión inmobilaria es un error. No conozco a ningún particular que haya ganado dinero con dicho sistema. A ninguno. Olvídemonos de su aspecto inmobiliario y centrémonos en lo que en esencia es o debiera ser: la contratación de un paquete vacacional a largo plazo, flexible, y con un fuerte pago por anticipado.

Más información | El Rincón del Vago, RDO Imagen | Stevens Nodgrass

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IC ha sido colaborador habitual en El Blog Salmón y ahora escribe una
columna semanal donde muestra su punto de vista de los asuntos económicos
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