La criminalidad financiera se moderniza con la tecnología. Por eso ahora tenemos estafas en nuestras cuentas bancarias, estafas de finanzas sofisticadas y estafas en el internet, el phishing. Siguen siendo las estafas de las más antiguas pero usando herramientas modernas.
No obstante, las viejas estafas también siguen las viejas formas y, mientras existan billetes, exitirán billetes falsos.
Esta actividad suele ser una carrera entre los falsificadores y las autoridades emisores de los billetes que, aparte del labor policial, también rediseñan y emiten nuevos billetes de forma regular con cada vez más componentes de seguridad.
En el caso de la moneda estadounidense, el billete que más se falsifica es el de $100, seguido muy cerca por el billete de $20.
El número 20 es muy popular entre los falsificadores, ya que el billete de euros que más se falsifica es el de €20 y, en libras, el £20. Dicen que porque son montos suficientemente altos para merecer la pena el esfuerzo de distribuirlos y suficientemente comunes para tener mucho mercado donde distribuirlos.
Siempre hay que estar atentos a los billetes que recibimos pero también dicen que, en su totalidad, las cantidades son relativamente pequeñas.
Vía | Economist (en inglés)
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