El sector del tabaco cada vez más contra las cuerdas. Resultado conseguido: sus ventas ya están en mínimos históricos en España

Sergio Delgado

El Consejo de Ministros ha aprobado el anteproyecto de la ley antitabaco que refuerza de manera notable las restricciones sobre el consumo de cigarrillos y dispositivos electrónicos.

Entre las medidas más destacadas está la equiparación de los vapeadores con los cigarrillos convencionales, así como la prohibición de fumar en espacios como terrazas de hostelería, piscinas, marquesinas o vehículos de transporte con conductor.

La norma, sin embargo, no contempla finalmente el empaquetado genérico, pero sí amplía los entornos libres de humo siguiendo las recomendaciones de la Comisión Europea.

Además, la nueva regulación establece de forma expresa la prohibición de consumo por parte de menores, algo que hasta ahora no estaba recogido, ya que la limitación se centraba únicamente en la venta.

También actualiza el régimen sancionador, incrementando cuantías y responsabilidades, y fija perímetros de seguridad de hasta 15 metros alrededor de centros sanitarios, educativos o deportivos.

La ministra de Sanidad, Mónica García, ha defendido que este marco legal busca proteger la salud pública y reforzar la prevención, recordando que 140 personas fallecen cada día en España por causas vinculadas al tabaco y que un 30% de los tumores tienen relación directa con este hábito.

Ventas en mínimos históricos y transformación del mercado

Una ley que busca seguir estrechando el cerco a un sector que no pasa por su mejor momento. De acuerdo con el Comisionado del Mercado de Tabacos, entre enero y junio de este año se vendieron 989 millones de cajetillas, el registro más bajo desde que existen estadísticas oficiales, a excepción de los años de pandemia.

Este dato supone un descenso del 2,6% respecto al mismo periodo de 2024 y del 6,3% en comparación con 2022. Si se toma como referencia la última década, la caída acumulada es de alrededor del 11%.

El dato, eso sí, contrasta con la evolución de los ingresos del sector, que alcanzaron 6.498 millones de euros en el primer semestre, un 4,7% más que en 2024 y un 22,7% superior a la cifra de 2020.

Esto refleja que, aunque se vendan menos unidades, el encarecimiento constante de los productos mantiene la facturación en niveles récord.

El liderazgo lo conserva Altadis con un 27,68% de cuota de mercado, seguida de JTI con un 27,26% y Philip Morris con un 26,9%. BAT, con Lucky Strike, retrocede hasta el 9,08%. Por marcas, Marlboro domina con el 16,12%, por delante de Camel, Winston, Fortuna y Lucky Strike.

Hacienda dispara su recaudación mientras el consumo retrocede

Las nuevas limitaciones llegan en un contexto donde el sector del tabaco ya estaba debilitado. Sin embargo, paradójicamente, el impacto en las arcas públicas ha sido muy distinto.

Según la Agencia Tributaria, en el primer semestre del año Hacienda recaudó 3.280 millones de euros a través del Impuesto Especial sobre las Labores del Tabaco, un 3,2% más que en 2023. Este aumento responde a la subida de tipos aprobada recientemente, que generó unos ingresos adicionales de 152 millones.

Si se suman el resto de gravámenes, como el IVA, el Estado ingresa cerca del 80% del precio final de una cajetilla. Este porcentaje convierte al tabaco en el producto más gravado de España, muy por delante de carburantes, bebidas alcohólicas o electricidad.

Para el Ministerio de Hacienda, el tabaco sigue siendo una fuente de recaudación estratégica, pese a que las políticas sanitarias caminan en sentido contrario al incentivar la reducción del consumo.

Auge de los dispositivos alternativos

Mientras las ventas de cigarrillos tradicionales se desploman, las grandes multinacionales del sector han acelerado su apuesta por los dispositivos electrónicos.

Philip Morris ha marcado el camino con IQOS, que en 2023 generó ya el 38% de su facturación mundial neta, superando por primera vez los ingresos de Marlboro. La compañía ha invertido más de 14.000 millones de dólares en el desarrollo de alternativas y mantiene a más de 1.500 personas en equipos de innovación.

British American Tobacco lanzó Glo en 2020 y JTI entró en 2024 en el mercado español con Ploom, mientras que Imperial Brands apuesta en España por su dispositivo de vapeo Blu.

La narrativa de estas compañías insiste en que los nuevos productos son menos nocivos, aunque organismos sanitarios y la propia ministra Mónica García han reiterado que no existe evidencia científica que respalde la idea de un tabaco saludable.

De hecho, la última Encuesta sobre Alcohol y Otras Drogas en España refleja que un 19% de la población ha probado el vapeo alguna vez, frente al 66,6% que reconoce haber consumido tabaco convencional.

El debate sigue abierto: mientras las empresas reclaman acelerar la transición hacia alternativas sin combustión, la Administración endurece las normas para frenar cualquier tipo de consumo.

El resultado es un sector en transformación, con ventas tradicionales en mínimos históricos, presión fiscal en máximos y una carrera por posicionarse en el mercado de dispositivos alternativos que marcará el futuro inmediato.

Imágenes | Pixabay, Instagram

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