Cinco lecciones de la sentencia Caprabo vs comisiones del auxiliar administrativo

Tal y como podemos leer en Expansión, el Tribunal Supremo ha absuelto a un auxiliar administrativo de Caprabo que cobró más de 6 millones de euros en comisiones pagadas por el proveedor de bolsas de plástico. Merece la pena reflexionar sobre este asunto y sobre la sentencia, puesto que nos da una idea de la "maravillosa" gestión empresarial que tenemos en España.

En todo este embrollo, nos encontramos con varias lecciones para las empresas, sus directivos y sus altos cargos y bonus track para el resto de empleados. ¿Qué nos acaba de enseñar el Tribunal Supremo con esta sentencia contra Caprabo? Un auxiliar administrativo no hace pedidos. Las funciones de los auxiliares administrativos son eso, servir de apoyo a las labores de administración, no actuar en el marco de las compras de la empresa y menos aún en áreas en las que poco tiene que ver este perfil de puesto. el Supremo da un tirón de orejas a todas las empresas por este contrato, dado que si este hombre era el responsable de compras, su categoría y contrato no era correcto. Hay que contratar al personal con el tipo de contrato y puesto que realmente se desempeña, no con el más bajo de la tabla.

La empresa tiene que cuidar la cadena de compras y controlar las existencias. Tal y como leemos anteriormente, el auxiliar administrativo incrementó los pedidos en torno al 400% de estas bolsas para favorecerse de las comisiones. En toda la cadena de compras, recepción de pedidos, contabilización y pagos de facturas, nadie se dio cuenta de este repunte en las compras de bolsas. La gestión falla en aspectos básicos en la empresa.

No existe estafa si no hay daño patrimonial hacia la empresa. Las comisiones que le pagaba la empresa al auxiliar administrativo salían del margen de la propia empresa suministradora de bolsas. Caprabo pagaba por unidad el precio de mercado y el mismo precio que le pagaba a su proveedor anterior. Es decir, Caprabo no ha perdido dinero aquí, si acaso, ha dejado de ganarlo dado que las comisiones se deben repercutir en la factura mediante descuento, no deben servir para el enriquecimiento de las personas que gestionan de espalda a la empresa.

El deber de lealtad no aplica en las categorías bajas. Así tal cual dice el Supremo que un auxiliar administrativo no tiene porqué tener una lealtad extrema a la empresa. Lógico también si pensamos que la lealtad a la empresa, se paga con dinero en nómina, no con palmaditas en la espalda.

Por último, esta va para los auxiliares administrativos. Si podéis lucraros personalmente con este tipo de actuaciones, el Supremo os respalda y si no, que la empresa pague a los jefes de compras como tal y que negocien los pedidos las personas adecuadas. Es cuestión de estar en el lugar adecuado en el momento justo, tal y como se aprecia.

Vía | Meneame En El Blog Salmón | Aumenta el robo de información confidencial en las empresas, 80% de empresas han sufrido fraude, ¿Qué es el benchmarking? Imagen | Keyrel

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