Pues bien, esta mañana he desayunado leyendo como la agencia S&P argumentaba su posible decisión aduciendo hipótesis poco menos que futuristas. Y es que a veces, todos jugamos a ser videntes. Según los análisis de la agencia, algunas economías podrían padecer calificaciones bajo mínimos, convirtiendo sus bonos en los míticos "bonos basura" en.... 2040!. Dentro de este circo de suposiciones, ficciones y porqué no, caza de brujas, la agencia pone el grito en el cielo por el incremento de las jubilaciones en algunos de los países implicados, por lo que se atrevían a aconsejar a los estados reducir los coste de la jubilación. Supongo que a los millones de jubilados franceses, alemanes o italianos no les habrá sentado nada bien la noticia. Si uno se para a pensar un poco la noticia es de lo más absurdo, y es que viene a decir: Baje usted la remuneración de sus jubilados hoy para que dentro de 40 años no le bajemos la calificación. Las agencias, y los estamentos de la economía en general, no debería inmiscuirse en política más allá de lo estrictamente necesario para cumplir con su obligación. Y el de las agencias no es juzgar la política de los países por lo que pueda pasar dentro de 30 a 40 años. Desde luego, no me parece que bajar la remuneración de las personas que llevan toda una vida trabajando y cuya renta da poco menos que para vivir, en la gran mayoría de los casos, sea la solución.
Vía | Expansión