Según estas asociaciones, en el plan prever todo son ventajas, y lo que es más, sin el plan prever nos espera el acabose: un 23% de la circulación sigue compuesta de vehiculos viejos, contaminantes, que provocan más accidentes... Y además, según estas organizaciones, sin el plan prever, el nuevo impuesto de matriculación que conlleva mayores gravámenes a los vehiculos que más contaminan queda "incompleto". Ahora bien, ¿realmente la gente va a dejar de cambiar de coches por 400 euros más o menos entre impuestos y bonificaciones? ¿El que no haya cambiado de coche ya, lo va a hacer ahora por que se prolongue el plan o simplemente por que ya le toca? Si se han retirado tres millones de vehiculos en diez años, eso significa más de 1200 millones de euros en subvenciones, incentivos, bonificaciones o como queramos llamarlo, pero al fin y al cabo dinero público destinado al consumo. Y si no se hubiera destinado ese dinero, ¿La gente no habría cambiado de coche? ¿Cuántas otras cosas se podrían haber hecho con ese dinero para restar emisiones de CO2 a la atmósfera? ¿Era la opción más eficiente? ¿Y para reducir las víctimas en las carreteras? ¿Cuantos guardarrailes se podrían haber sustituido con 1200 millones para detener la sangría de motoristas?
Una vez más, cada uno mira por su ombligo y su bolsillo sin pararse a contemplar el cuadro completo. Y es que en eso consiste la democracia, al fin y al cabo el menos malo de los sistemas.
Vía | El Financiero