Pues bien, sin entrar en los pros y los contras de este argumento, y al hilo de la nueva normativa sobre trabajadores autónomos, CC.OO. avisa de que nos hemos tomado el consejo de los dos profesores de economía "a la española": se mantienen las empresas con los recursos mínimos y el resto se mantiene a base de ETT y demás contrataciones de caracter precario. Se queja también el sindicato de que se externalicen labores a las empresas de servicios, como por ejemplo limpieza, seguridad, informática... Lamentablemente, yo aquí tengo que discrepar. Es normal que el sindicato defienda sus posiciones, pero la realidad es que aquí andan con un siglo de desfase respecto a la realidad del mercado. También alerta CC.OO. de la creación de "falsos autónomos", es decir, negociar con un empleado para que deje la empresa y siga vendiendo sus servicios a la misma pero como autónomo, con el consecuente ahorro para la empresa en seguridad social y costes de despido ante una eventual ruptura de relaciones. Una vez más, discrepo: si mi anterior empleador me hubiera propuesto esta opción, posiblemente ni me lo hubiera pensado, siempre que dicha relación no implique una exclusividad.
Y es que en el mercado actual ya no existen las seguridades de por vida más allá del funcionariado, y aunque muchos no se acostumbran y sienten una sensación de vértigo ante esta incertidumbre, la realidad es que es muy poco probable que volvamos a un modelo de contratación eterna y heredable - como se daba en muchos casos, en los que los puestos pasaban de padres a hijos - y más bien debemos empezar a pensar en "Yo S.A." como nos anunciaban Ridderstrale y Nordström.
Vía | Diario de León