Australia, Irlanda y 8.900 millones de dólares: iTaxes de vuelta al debate

Siento repetirme, pero parece que alguien más se une al coro de afectados por las estructuras fiscales de Apple. Así, desde Australian Financial Review señalan que Apple ha desviado beneficios por 8.900 millones de dólares de Australia a Irlanda en los últimos 10 años (ojo, son bases imponibles sobre las que habría que aplicarse un tipo de un 30%, lo que dejaría el agujero fiscal en unos 2.700 millones de dólares). Estos lloros ya aburren, especialmente si o proviene de un medio como AFR, que supuestamente apuesta por el libre mercado, y si son recogidos por el recientemente elegido gobierno liberal australiano.

Para saber de qué estamos hablando os remito al post El mordisco fiscal a la manzana de Apple, con las acusaciones italianas al respecto. En esencia Apple estaría utilizando sociedades domiciliadas en Irlanda, como Apple Sales International Ltd, (ASI) que imputan costes a las filiales locales que distribuyen los productos. Estamos hablando de lo que se conoce como precios de trasferencia entre sociedades filiales, figura reconocida y regulada en las normativas fiscales de todo el mundo.

Me remito a uno de los párrafos centrales de aquel artículo:

Irlanda, país miembro de la UE, tiene dentro de su marco fiscal, al igual que otros países, un tratamiento fiscal especial para las sociedades no residentes, aquellas domiciliadas en Irlanda, pero que son efectivamente controladas y gestionadas desde fuera. En esencia, el tema consiste en que los ingresos obtenidos por negocios fuera de Irlanda no tributan. Este sería el caso de las sociedades filiales de las que estamos hablando, gestionadas desde Bermudas, y que sólo pagarían impuestos en EEUU si dichos importes fuesen reembolsados a territorio norteamericano.

Para los indignados con estas prácticas, les recuerdo que en prácticamente todas las jurisdicciones existen figuras más o menos similares, con más o menos beneficios:

El caso es que hace ya muchos años que Irlanda, y otros países como Holanda, o incluso España para determinadas sociedades holding, usan este tipo de herramientas de planificación fiscal internacional, algo que es absolutamente legal. Lo mismo que un ingeniero diseña una maquinaría que se a lo más eficiente energéticamente posible, el fiscalista hace otro tanto. Para ello se canalizan los flujos de cobros, pagos, los royalties, etc. Y todo eso se hace teniendo en en cuenta la normativa estatal y comunitaria en materia de operaciones vinculadas, precios de transferencia, puntos de conexión fiscal, etc.

De hecho, en la propia Australia cuentan con beneficios fiscales para las sociedades no residentes, que únicamente son gravadas por aquellos ingresos procedentes de fuente australiana. Es decir, los aussies intentan jugar a los mismo que los irlandeses, con alguna que otra diferencia, pero no lo consiguen. Pues mala suerte, la vuestra y la de todos los países que lloriquean e intentan atraer empresas del mismo modo. Los irlandeses han ofrecido un entorno más atractivo.

De verdad, que coincidan en el tiempo estas quejas australianas sobre estas practicas fiscales con la propuesta de establecer un marco fiscal mucho más atractivo para las zonas más subdesarrolladas de Australia da una idea de la profunda hipocresía sobre estos temas, a pesar de que parecía que los nuevos gobernantes habían captado el mensaje.

Y todo esto cumpliendo la ley, no me quiero imaginar lo que pasaría de no ser así.

Vía | Australian Financial Review En El Blog Salmón | Google no evade impuestos de España, sólo aplica la ley Imagen | Los viajes del Cangrejo

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