Antes destruimos España que recortar las pensiones: así es la brutal reforma que pretende aumentar la recaudación

La reforma de las pensiones es muy sencilla, vamos a sacar más dinero de los trabajadores para dárselo a los pensionistas. Da igual como lo quieras llamar. Además, los trabajadores se las verán peor para obtener su pensión en unos 20 o 30 años.

La reforma actual ha sido consensuada ente los dos partidos del gobierno (PSOE y Podemos) con los sindicatos y con la Unión Europea (necesario para mantener los fondos europeos y que no nos amenace con los hombre de negro). Pero lo cierto es que a Bruselas no le importa que tengamos más o menos impuestos ni a qué se destinen, sino que no tengamos déficit excesivo.

El sistema de pensiones es insostenible. Ya lo contamos hace tiempo, la pirámide poblacional y las previsiones a futuro demostraban que es imposible que las pensiones del futuro sean tan generosas, principalmente porque no va a haber suficiente gente como para pagarlas. Durante las últimas décadas se ha ido reformando para recortarlo y endurecerlo, y esta reforma va por ahí, pero de momento no toquemos los derechos de los actuales pensionistas y démosles el IPC que gastaremos más que nunca Como dijimos hace tiempo, España cada vez más incrementa el peso del estado sobre la economía, pero no ofrece ni más ni mejores servicios, sólo aumenta el número de pensionistas y la generosidad con los mismos.

Una reforma con objetivo es no tocar a los pensionistas

En España hay más de nueve millones de pensionistas que además se movilizan bastante a la hora de votar. Enfadar o contentar a este sector de voto puede significar perder o ganar el gobierno. Eso lo tenemos que tener claro.

Se crea un Mecanismo de Equidad Intergeneracional que incrementa las cotizaciones sociales a los trabajadores en un 0,6% (distribuído al 0,5% para la empresa y un 0,1% al trabajador). Esto ya se había anunciado meses atrás con carácter transitorio acabando en 2031. La novedad es que esta cantidad se incrementará una décima anual hasta el 1,2% (pagando un 1% la empresa y un 0,2% el trabajador) hasta 2029, y el transitorio seguirá hasta el 2050. Esto aplicará a todos los trabajadores.

La siguiente reforma es un “destope” progresivo a todos los salarios, lo que afecta especialmente a los trabajadores con ingresos superiores a 54.000 euros. Anteriormente había un mínimo y un máximo, al igual que en las pensiones, este es el motivo del tope máximo a la cotización. Pero el máximo se va a acabar. A esto lo hemos llamado desde hace tiempo “la reforma silenciosa” de las pensiones o la “reforma por la puerta de atrás” de las pensiones.

El destope será progresivo en lo que aumente el 1,5% + IPC, aumenta también la pensión máxima que se puede obtener de la seguridad social, pero no al mismo ritmo. Solo este destope de cotizaciones sociales hará que cuando la reforma esté implementada (alrededor del 2050) los trabajadores que cobren entre 60.000 y 80.000 euros, tendrán un tipo marginal (el que se paga cada euro adicional) de más del 60%. ¿Comprendemos el problema y el coste de mantener las pensiones?

Adicionalmente se aprueba un mecanismo automático para aumentar las subidas de las cotizaciones sociales si la AIREF determina que existe un desequilibro financiero en la seguridad social. Es decir, se subirán las cotizaciones sin que sea necesario que se apruebe en Cortes salvo que haya un acuerdo parlamentario al contrario. Es decir, el sistema actual ha aprobado que se exprimirá a los trabajadores, especialmente los más jóvenes todo lo que sea necesario para pagar las pensiones. Sin que estos tengan garantizado una pensión el día que se jubilen (ya nos cargamos la hucha).

Porque se incrementa el periodo de cálculo de los 25 a los 29 años (excluyendo los dos peores para el trabajador) pudiendo elegir el mejor periodo para el trabajador, hasta 2044, cuando solo se podrá elegir el periodo de “29 menos dos”.

Creo que la palabra para este sistema es “gerontocracia”.

Carga sobre las rentas más altas

Pero esto no se queda aquí, los trabajadores que cobren más de 54.000 euros (la base de cotización) pagarán un impuesto adicional de “solidaridad” que empezará en el 1% y se irá incrementando en un 0,25 anual hasta llegar al 6% en 2045. Con lo cual podríamos llegar a tipos marginales efectivos del 66-68% cuando finalice la reforma de las pensiones.

En España hay unos 17 millones de trabajadores, de los cuales, un 7,5% aproximadamente (1,3 millones de trabajadores) igualan o superan las bases máximas de cotización. Sobre estos trabajadores son sobre los que recae la subida de impuestos.

El problema de la reforma que destruye el crecimiento

El problema que tenemos como señala Juan Ramón Rallo, es que vamos a ahuyentar a los trabajadores cualificados que tengan salarios entre 54.00 y 90.000 euros. España se va a descapitalizar humanamente en los próximos años si estos trabajadores optan por otros destinos donde no tengan que entregar al estado dos tercios de cada euro adicional que ganen. Existen otros muchos destinos en lugares muy bonitos y agradables para vivir que pueden atraer a estos trabajadores.

Adicionalmente, tenemos que en un contexto de alta inflación como el que estamos viviendo ahora. Una actualización de sueldos provocaría que muchos más trabajadores de lo que creen podrían verse en este rango de sueldos en unos años. Por tanto no debemos pensar que es una reforma que sólo va a soportarse sobre los hombros de “los ricos”. Entre otros motivos porque los salarios de a partir de 95.000 euros no se verán tan afectados.

Así que esta reforma no sólo provoca que nos veremos con peores condiciones y más impuestos en los próximos años, sino que limita nuestra capacidad de crecer y mejorar la capacidad productiva del país.

Pregunta a los lectores, ¿creen que es una buena reforma? ¿Qué reforma hubieran hecho?

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