Nuevo error del Gobierno: las plusvalías a corto se incorporarán a la base general del IRPF

En la soporifera “entrevista” a Mariano Rajoy ya se avanzaron nuevas subidas subidas de impuestas. Además de los impuestos verdes (puro marketing), apuntó hacia las plusvalías. Dicho y hecho, hoy se va dando forma a la amenaza, cometiendo otro nuevo error: las plusvalías a corto se incorporaran a la base general del IRPF. ¿En qué consiste esta medida?

Recordemos que a efectos del IRPF las plusvalías o ganancias patrimoniales son las variaciones positivas en el valor del patrimonio del contribuyente, que se pongan de manifiesto con ocasión de cualquier alteración en la composición de aquél. Dicho de otra manera, al transmitir un activo el beneficio que obtengo por el mismo. En la intervención de Rajoy se habla de los mercados, pero las ganancias patrimoniales no se ciñen solamente a la Bolsa. Si nos fijamos en la definición su campo es mucho más amplio.

¿Qué son las plusvalías patrimoniales y como tributan?

Ademas de las divisas o los exóticos derivados, tenemos que tener en cuenta que también tributan bajo esta modalidad los fondos de inversión o la transmisión de inmuebles, dos de las fórmulas de ahorro más extendidas en la sociedad española. Pero, ¿en que consiste la reforma?

Hoy por hoy estas ganancias patrimoniales tributan en el IRPF dentro de la llamada Base del Ahorro (junto, por ejemplo, con los rendimientos del capital mobiliario). Esta Base del Ahorro, que no se sumaba a la base General, tenia su propia escala de tipos, 21, 25 y 27, desde el 2012 (con anterioridad, había dos tipos, el 19 y el 21).

¿Qué se propone y cómo se justifica?

Se trata de dar marcha a atrás en el tiempo, y volver al tratamiento fiscal existente hasta el 2006, por el que se discriminaba a estas ganancias en función del periodo en que se hubiesen generado. Lo que se propone es que si se generan en menos de un año las plusvalías cotizarán en la base general, sumandos a los rendimientos del trabajo, los profesionales, etc, aplicándosele la escala progresiva existente. Sólo las plusvalías de activos que hayan permanecido más de un año en nuestro patrimonio seguirán cotizando en la base del ahorro…

Resumiendo, cualquier tipo de ganancia de este tipo que hayas obtenido a corto plazo puede llegar a tributar, según el caso, hasta el 52%.

La justificación de esta medida ya venía siendo aireada por Montoro desde julio, recogiendo argumentos más propios de partidos de izquierda que del PP: la supuesta ventaja fiscal de las rentas del ahorro frente a otras, por ejemplo las del trabajo.

En la práctica, la explicación viene dada por la necesidad de incrementar la recaudación del IRPF, ya que la fuerte subida aprobada el año pasado para este y los próximos ejercicios no parece suficiente.

¿Qué efectos tendrá la medida?

En mi modesta opinión se trata de una medida claramente involucionista, y que viene a constatar, una vez más, que el PP no es un partido liberal. Pero más allá de este punto, cabe preguntarse acerca de los efectos que esta medida puede tener. No creo que me equivoque si vaticino que a efectos recaudatorios será escaso, pero que a más de uno, a nivel micro, le va a hacer la pascua.

Esta medida ahonda en la falta de neutralidad fiscal ante los distintos productos financieros. Concretamente aquellos que ahorran en fondos de inversión de activos de renta fija a corto y con altas bases generales, se lo pensaran muy mucho antes de seguro con dicha mecánica. Otro tanto ocurrirá con aquellos que se dedican al trading bursátil o similar. Ganan con la reforma los depósitos bancarios, los pagarés, etc.

Otros que se pueden ver perjudicados son aquellos que heredan un inmueble y venden dentro del mismo año. Conviene que se lo miren muy mucho, pues el palo fiscal puede ser considerable por no esperar, claro que en los tiempos que corren, el esperar también puede salir muy caro (necesidades financieras, bajada de precios, etc…).

A quien no le va a afectar es a los medianos y grandes inversores. Estos seguirán operando a través de sociedades, sicavs, o demás vehículos de inversión, riéndose de las ocurrencias de Montoro y de las desdichas del inversor de a pie.

Lo más curioso es que este tipo de medidas, más que beneficiar a las rentas del trabajo o profesionales, puede incluso perjudicarlas. La acumulación de las ganancias patrimoniales a aorto en la base general supondrá en muchos casos una elevación de los tipos aplicables precisamente a esas rentas laborales. Con amigos como Montoro no hacen falta enemigos.

PD: esta es una primera aproximación al tema, habrá que ver exactamente el alcance del mismo. Recordemos que se aplicará a partir del 2013 y habrá que estar atento al posible juego de las compensaciones por perdidas o minusvalías, aunque no esperéis milagros dada la finalidad.

Más información | La Moncloa
En El Blog Salmón | Los discutibles argumentos de Hacienda para subir el IVA, ¿Fracaso de la amnistía fiscal? ¡Más madera!
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