Circula por las redes sociales la imagen que encabeza el post, una carta de un lector al diario “El País” en la que como véis sugiere que a nuestros mandatarios se les muestren las facturas de lo que nos cuestan sus distintas actividades, ordinarias o extraordinarias.
Sin duda sería una buena medida, todavía colea la anécdota de nuestro presidente en funciones cuando se le preguntó por el precio de un café. Y es que nuestros representantes no parecen ser del todo conscientes de la realidad que rodea al ciudadano de a pie. Además de las sugerencias del lector de El País, voy a sugerir yo un listado de esos gastos sobre los que se debería pasar factura “informativa”, y como seguro que alguno se me queda en el tintero, tenéis los comentarios para añadir también vuestras sugerencias.
Las facturas “informativas” que les haría llegar yo a nuestros representantes serían entre otras:
Telefonía y ADSL.
Electricidad de sus despachos y sedes con la luz y los ordenadores encendidos aún cuando no hay nadie usándolos.
Calefacción y aire acondicionado de los enormes edificios públicos.
Agua y saneamiento.
Combustible de los vehículos oficiales.
Limpieza y mantenimiento de vehículos e instalaciones.
Salarios de todos sus “asesores” asignados a dedo.
Papel, fotocopias y material fungible de oficina. (Como decía el chiste, esos documentos que no se sabe muy bien de que son puedes tirarlos, pero antes sácales una fotocopia y archívala “por si acaso”)
Dietas y gastos con tarjetas “de crédito”.
Canapés y actos de autopromoción.
Publicidad institucional de autobombo para contarnos lo bien que están haciendo las cosas (si no es evidente a simple vista y necesitan publicitarlo, mal asunto)
y de momento no se me ocurren más, pero seguro que a vosotros sí, os animo a participar.
Tal vez si fuesen más conscientes de lo que nos cuestan a todos sus cosas, tratarían de ser más contenidos en el gasto (o no).
En El Blog Salmón | Facturas en la sombra, copagos y genéricos: ¿servirán de algo?
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