Un país de capitalistas y no de comunistas, el plan de Trump y Silicon Valley para convertir una generación de niños en inversores

Javier J Navarro


 

Las Trump Accounts son la propuesta más viral e inesperada de la política económica estadounidense este año, un programa bautizado oficialmente dentro del One Big Beautiful Bill Act que busca transformar la forma en que una generación entera entiende el dinero, el mercado y el capitalismo desde su nacimiento.

La idea es simple pero ambiciosa: el gobierno federal depositará automáticamente 1 000 dólares en una cuenta de inversión para cada niño ciudadano nacido entre 2025 y 2028. Esos fondos no van a una cuenta corriente tradicional, sino que deben invertirse en fondos indexados del mercado de valores estadounidense, con el objetivo de que, con el paso del tiempo y el poder del interés compuesto, ese dinero pueda crecer considerablemente para cuando el niño alcance la adultez. Familias, amigos y empleadores podrán aportar hasta 5 000 dólares anuales adicionales, todo con beneficios fiscales.

Los multimillonarios se apuntan

El multimillonario Michael Dell, junto con su esposa Susan, anunciaron una donación gigantesca de 6.25 mil millones de dólares para financiar Trump Accounts para 25 millones de niños en Estados Unidos que de otro modo no serían elegibles para el aporte inicial del gobierno. Su aporte se diseñó para añadir 250 dólares a cada una de esas cuentas, ampliando sustancialmente el alcance del programa y permitiendo que incluso los niños mayores de la franja original puedan empezar a invertir desde pequeños.

Un apoyo extra dio Ray Dalio, inversor mítico y fundador del Hedge fund Bridgewater Associates, quien junto con su esposa comprometió 75 millones de dólares para apoyar Trump Accounts en Connecticut como parte de un esfuerzo llamado el “50 State Challenge”. En esta campaña Dalio aportará 250 dólares por niño en unos 300 000 casos en zonas con ingresos medios por debajo de 150 000 dólares, apuntando a que el programa tenga un impacto concreto en su estado natal. Dalio ha afirmado que estas cuentas no son solo dinero, sino una forma de introducir a los jóvenes en la lógica de las finanzas, las acciones y el capitalismo, enseñándoles desde temprano cómo puede trabajar el dinero para ellos. El objetivo es que más milmillonarios se animen a hacer lo mismo por los niños de los otros estados. Es lo que ha pedido la administración Trump a los más ricos del país.

El gigante financiero Blackrock y el banco BNY mellon ha anunciado que igualarán las contribuciones que hagan sus empleados a la cuenta de sus hijos. Movimiento al que seguramente se unirán otras empresas.

A lo largo de los 18 años siguientes, ese dinero puede crecer a medida que los mercados suben y los aportes se suman, ofreciendo a cada joven una base financiera concreta para educación, compra de una vivienda o incluso empezar un negocio. Por primera vez, muchos niños tendrán una exposición real al mercado de valores desde edades en las que normalmente ni siquiera piensan en ahorrar.

Los defensores del programa aseguran que esto podría crear una nueva cultura económica en Estados Unidos, donde los ciudadanos entienden y participan activamente en el sistema financiero desde la infancia, reduciendo la brecha de riqueza y promoviendo la prosperidad individual. De hecho, aunque los padres no contribuyan a estas cuentas, sólo con los 1250 dólares iniciales ya supone un comienzo muy diferente para todos los que no hemos tenido eso al nacer.

 Más que un instrumento de inversión

También ha generado debate: críticos señalan que sin incentivos adecuados para las familias de menores ingresos o sin educación financiera real, muchas de estas cuentas podrían nunca alcanzar su potencial, y que vincular la economía familiar tan directamente al mercado de valores tiene riesgos inherentes. Además esto es una cuestión política, seguramente si los niños nacen con una inversión, es bastante menos probable ellos y sus padres que tengan ideas de repartir el dinero de los más ricos.

 

Recuerda un poco a lo que dijo el ministro de vivienda de Jose Luís de Arrese en 1959, un país de propietarios y no de proletarios, la noción de propiedad de la vivienda está muy arraigada en España desde el régimen de Franco. O uno de los objetivos del programa de vivienda de Singapur, que sus ciudadanos se sientan accionistas y propietarios de un pequeño trozo del país para incrementar el arraigo.

 

Si los niños nacen con una cuenta de inversión desde su nacimiento, es posible que se sientan más vinculados y arraigados al sistema económico. Pero también es posible que se sientan más inclinados a tomar riesgos. Por otro lado habrá que ver la presión que pueden dar algunos padres a sus hijos de 18 para que saquen el dinero de las cuentas para ayudar en temas familiares (o financiar malas ideas empresariales).

 

Obviamente del coste para las finanzas públicas y del impacto que puede tener en el mercado de valores, quizás toca dejarlo para otro día. Porque también se puede considerar de una subvención que hace el gobierno federal a la industria financiera y una inyección al mercado de valores en un momento en el que EEUU debe más de lo que ha debido nunca. Aunque está bien invertir los votantes se quejan de lo caro que es vivir ahora.

Imagen | fotocomposición de imagen real con imagen generada por IA

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