Que el alcalde de Madrid se case con una mujer 21 años más joven tiene sus detractores. Hay una explicación biológica y económica detrás de esto

Que el alcalde de Madrid se case con una mujer 21 años más joven tiene sus detractores. Hay una explicación biológica y económica detrás de esto
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La boda de José Luis Martínez Almeida ha copado titulares desde el pasado fin de semana. El chotis nupcial, los invitados, las joyas, el piso en el que vivirán… y, por descontado, la diferencia de edad de los recién casos: 21 años separan a Martínez Almeida (48) y Teresa Urquijo (27).

Almeida cumplirá 49 años este mes de abril, ella 28 en octubre. Sin embargo, a excepción de una curiosa petición por parte de Urquijo (casarse antes de sus 50) al alcalde electo de Madrid, la edad de los contrayentes no parece suponer un problema para la pareja, e incluso pudieron escucharse bromas tras la ceremonia (“más que suegros, he encontrado a hermanos”).

Las edades del amor

En redes, no han faltado detractores que señalan cómo esta diferencia de edad choca o perturba (e implica equis dinámicas de género y disparidad), mientras que también hay usuarios en X, y otras redes sociales, que defienden que nadie debería infantilizar a una mujer de 27 años y que es perfectamente libre y consciente de sus decisiones.

Sin embargo, la duda sobrevuela: ¿por qué algunos hombres prefieren mujeres más jóvenes? Y aquí tenemos casos, y casos, por citar: en nuestro país, Risto Mejide —que ha salido en defensa del alcalde madrileño—, Kiko Matamoros, Fernando Hierro, Enrique Ponce… Fuera de nuestras fronteras, la lista se engrosa rápido y con caras conocidas, desde George Clooney a Leonardo di Caprio, Brad Pitt, Mel Gibson o Michael Douglas.

Por descontado, también tenemos el caso contrario, y ahí está Shakira, diez años mayor que Gerard Piqué (quien engañó a su exmujer con una mujer de 22 años: hoy, 25), Mariah Carey o, a nivel nacional, Belén Rueda, con una pareja también 20 años más joven.

En cualquier caso, todo indica que lo habitual son las relaciones heteronormativas en las que el hombre es el más mayor de los dos. Una característica que, aunque más normalizada, sigue estando  peor vista y generar más prejuicios frente a las parejas de edad similar, según estudios recientes.

Pero ¿a qué se debe este fenómeno? ¿Cuál es la explicación de que hombres busquen mujeres más jóvenes?

El amor sí tiene edad

A raíz de la boda Almeida-Urquijo, la psicóloga Sara Rico explicaba que elegir parejas más jóvenes implica cierta idealización de ese periodo, algo que suele ir de la mano de una etapa de fertilidad, belleza y mayor sexualidad en hombres y mujeres. No es casual que estos sesgos se den en la veintena y la treintena (del miembro más joven de la pareja), principalmente, y no sean tan habituales en etapas posteriores de la vida.

En cambio, escoger una pareja más mayor podría señalar la búsqueda de una figura de protección y referencia: el miembro joven se verá atraído por la figura del proveedor, quien ofrece seguridad. Una característica que no parece encajar con Urquijo, miembro de la socialité castellana, y cuya familia no tiene precisamente problemas a nivel económico. No obstante, esta protección también puede adoptar otros roles y características más allá del ámbito material.

Si bien la diferencia de edad está mejor admitida en hombres que en mujeres (como miembro de más edad en la pareja), y sin olvidar que existen dinámicas de tutelaje, que la psicología suele vincular a las dinámicas o juegos de poder (el significado social de estar con alguien más joven, cómo se interpreta la madurez por géneros...), este es un tema que levanta suspicacias en todas direcciones.

Además, vale la pena remarcar  que existen muchas más probabilidades de que parejas con más de 20 años de diferencia lleguen a romper: un 95 % más: cuanto más años separan a una pareja, mayor riesgo de ruptura. Estas cifras descienden notablemente en parejas cuya diferencia de edad es inferior a los 10 años (39 %), y todavía más cuando la edad de ambos es similar (18 %).

En conclusión, como suele decirse, en temas de pareja no hay nada escrito, y ahí están Catherine Zeta Jones y Michael Douglas para demostrarlo, tras veinte años de (lo que parece) un feliz matrimonio. ¿Les espera una etapa de felicidad similar a Martínez Almeida y Urquijo? El tiempo lo dirá.

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