Elon Musk no tiembla ante el coche de Xiaomi. Lo más difícil de conseguir en coche eléctrico es la fabricación a escala y eficiente de Tesla

Elon Musk no tiembla ante el coche de Xiaomi. Lo más difícil de conseguir en coche eléctrico es la fabricación a escala y eficiente de Tesla
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El lanzamiento el pasado 28 de marzo del nuevo coche eléctrico de Xiaomi, el bautizado como ‘Thor’, pese a que su nombre original es Xiaomi SU7, hace saltar las alarmas en Tesla, a quien le sale un férreo competidor. No obstante, Elon Musk se mantiene firme en sus ideas y asegura que no se siente preocupado, pues el proceso de fabricación a escala y eficiente de su gama es insuperable.

Lo cierto y verdad, al margen de las palabras del CEO de Tesla, es que la irrupción en el mercado automovilístico de Xiaomi SU7 ha hecho temblar los cimientos de la compañía. Lei Jun, cofundador y director ejecutivo de Xiaomi, decide ir contra Musk y poner en la mesa una apuesta multimillonaria en ingeniería y tecnología. El objetivo es invertir casi 10.000 millones de euros en los próximos 10 años.

La noticia trae consigo una serie de consecuencias llamativas. Xiaomi pretende abrir concesionarios especializados en la venta del SU7, así como una red de cargadores, capaces de soportar la elevada potencia de carga que reducirá considerablemente los tiempos de espera.

Un impacto sin precedentes

En tan solo los primeros 27 minutos de su presentación oficial, el Xiaomi SU7 (con un precio de venta de 30.000-40.000 dólares), recibió 50.000 pedidos. Lei no dudó en burlarse de Apple por abandonar su proyecto de automóvil y aseguró que el nuevo modelo de Xiaomi era infinitamente superior al Modelo 3 de Tesla.

Para el CEO de Xiaomi éste es el último gran proyecto de su vida, aunque se muestra satisfecho por los resultados. La versión más completa, el SU7 Max, tendrá un precio de venta de aproximadamente 46.870 euros, por lo que pasaría a competir directamente contra Tesla y Porsche en materia de rendimiento y autonomía.

El Xiaomi SU7 Max cuenta con una aceleración de 0 a 100 km/h en solo 2,78 segundos, superando al Porshe Taycan Turbo (que cuesta 169.000 euros). Además, posee baterías de 101 kWh, lo que le permiten alcanzar los 800 kilómetros con una carga en ciclo CLTC. Solo hay que ver que el Tesla Model 3 obtuvo 675 km con el mismo ciclo. Si su versión básica se comercializa finalmente en los 32.400 euros, estaríamos ante un chollo y una difícil competencia para Tesla, así como un quebradero de cabeza para Musk.

El Xiaomi SU7, pese a lo que piensa Musk, no es un producto diseñado en exclusiva para usuarios de móviles Xiaomi, aunque una gran ventaja será la integración en los sistemas de a bordo mediante Android Auto. Además, las tablets Xiaomi se podrán instalar para entretener a los ocupantes en sus asientos traseros.

El gran respaldo de Pekín

En su apuesta, Lei cuenta con el apoyo del gobierno chino. La participación combinada de vehículos eléctricos en el mercado local se espera que sea del 45%, superando los datos del 36% de 2023. Pese a que la mayoría de las ventas se han producido en el mercado interno, los fabricantes chinos desean penetrar en mercados de ultramar a precios más bajos, lo que supondría una competencia directa contra los fabricantes europeos, estadounidenses y japoneses.

Lei asegura que, sin el apoyo de las autoridades de la capital, habría sido imposible completar su proyecto de automóvil eléctrico en tan solo tres años. A esto se le suma que el fabricante de automóviles estatal, BAIC Group, afirmó que produciría automóviles para Xiaomi en la misma planta.

Hay que recordar que Musk también obtuvo el respaldo del gobierno de Shanghai cuando decidió instalar en dicha ciudad la fábrica de Tesla. En aquella ocasión, desde el inicio de su construcción en 2019, apenas tardó un año en ponerse en estar operativa.

China continúa siendo una amenaza para Musk

No es la primera vez, en las últimas semanas, que el magnate se enfrenta a los proyectos emergentes de China. Sin ir más lejos, un artículo reciente recoge que el Gobierno de China ha abierto un nuevo laboratorio de investigación sobre chips cerebrales el Tianjin.

De este modo, se pone en jaque a Elon Musk y a Neuralink en la instalación de chips cerebrales en humanos sin cirugía. China, a través de sus compañías como Xiaomi, mantiene su interés de combatir contra Estados Unidos en el campo de la innovación tecnológica.

Los riesgos para Xiaomi

Por el momento, o al menos eso es lo que expresa públicamente, Musk se muestra tranquilo y convencido de que el proyecto del SU7 no triunfará. Asegura que el proceso de fabricación de Xiaomi no es tan eficiente. La entidad corre el riesgo de centrarse demasiado en el espacio de los vehículos eléctricos, perdiendo por completo el foco en sectores y productos esenciales para la compañía.

Pese a todo, Lei asegura que Xiaomi tiene suficientes reservas de efectivo para hacer frente a cualquier competencia feroz en los próximos cinco años.

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