El Consejero de Economía de la Generalitat catalana, Andreu Mas Collet, ha publicado un informe que estudia la balanza fiscal Catalunya/España desde los años 80. En estos últimos 25 años, según los estudios del conseller, la balanza fiscal es sumamente deficitaria con Catalunya y presenta un déficit crónico del 8% del PIB. Traducido, Catalunya es una comunidad netamente aportadora al resto del sistema
Según las cifras que maneja la Generalitat, En 2009 por ejemplo, el déficit fiscal de Cataluña fue sel 8,4%, el equivalente a 16.409 millones de euros. Es decir que el Estado recaudó 61.812 millones de euros a través de los impuestos de los catalanes y revirtió 45.403 millones. La Generalitat es taxativa en este punto: el modelo de financiación es insostenible en estos términos y Catalunya no tendría déficit fiscal si se revertieran todos los recursos que aporta al resto de España. Por tanto, hay que salvar Catalunya y su déficit fiscal.
He estado buscando el informe completo y no he logrado encontrarlo dado que este tipo de informes de balanzas fiscales, hay que cogerlos con pinzas y me hubiera gustado comprobar algunos datos. En primer lugar, porque las aportaciones que hacen las comunidades autónomas a las arcas públicas sí se cuantifica de manera monetaria, pero el coste de las inversiones o servicios que reciben, es objeto de valoración que no está tan clara en muchos casos.
Aún así, sin poner en duda el informe de la Generalitat y dando por buenas estas cifras, el problema de fondo que nos encontramos en este tipo de estudios es el argumento de la solidaridad autonómica y el reparto equitativo de los recursos públicos. Ojo, que la posición de Catalunya es extrapolable a Madrid o Castilla y León por ejemplo, que también son comunidades netamente aportadoras al sistema y que ponen en entredicho la estructura actual del Estado.
En una situación de crisis, los ciudadanos de estos territorios se plantean porqué ellos tienen que soportar tasas, déficit y recortes cuando el dinero que ellos pagan revierten en otras administraciones que asignan estos recursos sin que ellos reciban nada a cambio. Entiendo perfectamente a los ciudadanos catalanes cuando se plantean la insumisión fiscal y cuando se pronuncian abiertamente a favor de una ruptura con el Estado español y presentan incluso una posición mayoritaria.
Eso sí, los catalanes, también deben sopesar en estas balanzas fiscales cuántos ingresos obtienen vía tributos del resto de España, mediante empresas que operan a nivel nacional y recaudan IVA o impuestos especiales por todo el territorio, deben plantearse qué peso específico tiene el intercambio de bienes y servicios con España y qué porcentaje de su PIB y su renta per cápita tiene origen en un mayor desarrollo económico que han conseguido a lo largo de la historia por diferentes acciones políticas. No todo es blanco ni negro en el debate de la balanza fiscal autonómica y los matices son muy amplios.
Actualización: Gracias a un lector, me han pasado la página en la que está colgado el informe de las Balanzas Fiscales. Aquí se puede consultar todo el estudio
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