¿Un millón es suficiente para la jubilación?

¿Un millón es suficiente para la jubilación?
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Interesante reflexión la que plantean en CNN Money acerca de "13 mitos sobre la jubilación" y, en concreto, sobre el número 4 de la lista: "un millón de dólares es suficiente para la jubilación". El artículo hace referencia a cuánto dinero conviene tener ahorrado para afrontar la etapa de la jubilación, y a la creencia generalmente extendida de que un millón de dólares es suficiente como para mantener tranquilamente el nivel de vida durante esos años. Por encima de la cifra concreta del millón, lo que resulta interesante es la reflexión de fondo sobre el brusco cambio de flujos monetarios que se producen durante esta etapa. Por un lado, en los ingresos: de vivir con uno o dos sueldos (que, además en la etapa pre-jubilación estarán en las zonas más altas de toda la vida laboral) se pasa a vivir a base de las cada vez más exiguas pensiones. Una reducción notable de los ingresos que sin embargo tienen que servir para mantener un estilo de vida que es difícil que se adapte a la nueva situación.

Porque para una familia que lleva décadas viviendo de determinada manera, es complicado de un día para otro renunciar a sus hábitos y, por lo tanto, a sus costes. Eso si no tenemos en cuenta además que en la etapa de jubilación se disfruta de mucho más tiempo libre que muchas personas utilizan para viajar, para dedicarle a sus hobbys, para incrementar su vida social... actividades todas ellas que suponen un mayor coste económico que el que supone "levantarse e ir a trabajar".

Además, hay que prever un incremento en la partida de gastos relacionados con la salud: en el mejor de los casos los achaques de la edad no perdonan y la factura médica y farmacológica, amén de las posibles necesidades en términos de ayuda domiciliaria, se incrementan. Y eso por no ponerse en el peor de los casos en los que las condiciones de vida requieran una presencia más intensa por parte de profesionales médicos y de apoyo, el recurso a las residencias, etc.

Si tenemos en cuenta la creciente esperanza de vida y aplicamos este flujo de fondos claramente negativo a todo ese periodo, podemos evaluar las necesidades de fondos que tendremos que acumular a lo largo de nuestra vida laboral para poder garantizarnos una jubilación digna. No se trata de ser "los más ricos del cementerio", pero sí de ser precavidos y de anticipar ahora (cuando todavía podemos ponernos manos a la obra para hacernos con un patrimonio) nuestras necesidades de futuro.

Foto | Inalaf

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