La crisis afecta a todos, pero no todos la sienten o resienten de la misma manera. Un sector de la población se ha visto obligado a cambiar sus hábitos de consumo de manera radical, gastar menos y preocuparse por el ahorro y la economía de una manera que están comenzando a sufrir el síndrome del lonchafinismo extremo.
Pero existe otro sector de la sociedad, que cree que es posible vivir esta crisis bajo otro concepto, el concepto de amigos vip´s, unidos por los nexos y sinergias que se crean a la hora de generar negocios y privilegios basados en las relaciones sociales para los miembros de dicho club. Este club es Moodos y ha comenzado su andadura en Valencia con 457 socios.
El club rompe con el perfil de red social 2.0 o similar, macrogrupo de amigos chachipirulis seleccionados al azar o conseguidos mediante técnicas de captación de una masa crítica de socios. No la necesita ni le favorece porque el secreto de este club radica en el apoyo de 50 empresas de todos los sectores que ofrecen ventajas exclusivas a los miembros de dicho club.
Los socios del club no tienen que pagar ni un sólo euro por su pertenencia, el acceso al club está restringido y sólo se permite la entrada por invitación previa de un socio que ya se encuentre dentro. Cada socio sólo puede invitar a dos o tres amigos al año que tengan aficiones y puntos en común.
Mediante este sistema de filtro previo se quiere conseguir que los socios que pertenezcan obtengan ventajas tanto sociales como económicas por su mera pertenencia a este grupo de ciudadanos VIP´s, alojados al calor de las empresas que favorecen estas ventajas económicas unidas a la posibilidad de formalizar negocios dentro este grupo.
El sector poblacional al que está orientado es un perfil de edad entre 30 y 50 años, con poder adquisitivo medio-alto y no deja de ser una organización social de un sector poblacional que puede verse en peligro dentro de su forma de ver la vida si no mejora su integración dentro de los círculos económicos adecuados.
Esta idea, no es ninguna novedad dentro de la organización social de las poblaciones. Desde el siglo XIX existen multitud de clubes, casinos y organizaciones con más o menos relevancia dentro de cada población. Con el auge económico generalizado, muchas de estas organizaciones se vieron diluidas al perder el grado de diferenciación que ofrecían frente al resto de los colectivos.
Actualmente, se ha vuelto a abrir una brecha económica en la continuidad de ingresos de la población y el resurgir de estos clubes, tiene todo el sentido del mundo. Es una idea que veremos proliferar próximamente en otras ciudades como vía de generación de actividad económica y como forma de no perder un status anterior de gasto que se puede ver resentido por la situación económica en general. ¿Entraríais a formar parte de un club de este tipo?
Vía | El Mundo
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