El índice principal de la bolsa de Dubai ha perdido alrededor del 25 por ciento en las últimos semanas y esto comienza a ser motivo de preocupación. Desde el máximo de 5.331 puntos alcanzados el 6 de mayo, se desplomó a 3.730 puntos esta semana (caída de 31 por ciento), dando cuentas de las fuertes turbulencias que sacuden a Dubai. El país de los Emiratos Árabes Unidos se encuentra nuevamente en el epicentro de una burbuja inmobiliaria, tal como ocurrió el año 2008, y que terminó descarrilando a toda la economía mundial. Esto es un deja-vu financiero, algo que hemos vivido y nos negamos a recordar, pero es la propia fuerza de los hechos la que lo instala nuevamente en el presente.
La burbuja financiera de Dubai de 2008 fue producto de los mayores despilfarros inmobiliarios, que incluyeron una serie de islas artificiales, un castillo rosado de 1.500 millones de dólares; una cancha de tenis en uno de los techos del Hotel Burj Dubai (donde jugaron Roger Federer y André Agassi el año 2005), o una montaña de 23 mil metros cuadrados para esquiar durante todo el año en pleno desierto. Los jeques de Dubai pensaron en grande, pero pidieron mucho dinero prestado para realizar estos proyectos. En 2014 la historia comienza a repetirse tal cual fue hace seis años, Esta gráfica muestra los precios inmobiliarios en Dubai, Londres y Singapur.
Mercado en declive
Desde hace poco más de un mes, el mercado financiero de Dubai ha comenzado a sufrir una paliza por semana producto de su gigantesca burbuja inmobiliaria. Los despidos en Arabtec Holding, la mayor constructora de los Emiratos Árabes Unidos, han provocado oleadas de pánico y el desplome de las acciones en el Dubai Financial Market. La caída en las acciones de la bolsa de valores ha declarado el fin del mercado alcista en la bolsa de Dubai, que se mantuvo durante dos años (junio de 2012), con el envidiable incremento del 250 por ciento en esos 24 meses.
Si el símbolo del último boom en Dubai -que terminó brutalmente en 2008 -, era una red de islas construidas con arena dragada en la forma de un Mapa del Mundo y una Palmera, esta vez los símbolo sobran: el centro comercial más grande del mundo, junto con 100 hoteles y el aeropuerto para recibir a 200 millones de pasajeros al año. Todo al compás de la burbuja especulativa del fútbol y del Mundial de este deporte que se realizará en Qatar en 2022 (a 300 kilómetros de Dubai). Todas las cifras de Dubai son exhorbitates. Por ejemplo, aunque el PIB se ralentizó en el primer trimestre de este año, alcanzó un 27,7 por ciento, y fue tal vez el más alto del mundo. Sólo los negocios de bienes raíces crecieron a razón de 38 por ciento en el primer trimestre, equivalentes a 16.600 millones de dólares.
El gobierno de los Emiratos Arabes Unidos ha tomado medidas para tratar de enfriar el mercado: entre otras cosas, la imposición de una tasa del 60 por ciento a la compra de segundas residencias y propiedades de inversión. Pese a ello, el Departamento de Tierras de Dubai ha insistido en que el mercado de la vivienda es en general saludable. Entonces, ¿debemos esperar un crash como el del 2008? Para muchos, los fundamentos del mercado inmobiliario de Dubai siguen siendo arriesgados. Sin embargo, la inestabilidad en el mundo árabe (Siria, Egipto, Palestina, Irak) parece ser lo que impulsa el crecimiento de los precios en Dubai. Los inversionistas árabes no tienen muchas alternativas estables para poner su dinero. Pero es el derroche si límites lo que finalmente empujará la burbuja a su desplome y provoque una reacción en cadena hacia los mercados mundiales. Los excesos siempre se pagan.
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