Lo que podéis ver arriba es la gráfica del IBEX 35, el cual aglutina a las 35 empresas más importantes de España en capitalización bursátil, durante el último año. Es evidente que la evolución no ha sido más que descendente.
Se ha pasado de los 15.000 puntos a los 7.400 puntos en apenas once meses y desde luego las previsiones no son las mejores. Las previsiones tanto económicas como aquellas que se pueden ver con los indicadores en color rojo y verde que por desgracia muestra que no habrá un cambio de tendencia al menos durante otras cuantas semanas. Como podéis comprobar entre finales de octubre y mediados de enero se pensaba que estábamos situados en una zona de rebotes continua de la cual no íbamos a mejorar en unos meses. Dentro de lo que cabe era algo positivo ya que siempre que hay rebotes de este tipo no se esperan ni se suelen producir grandes caídas del mercado.
La realidad y está claro en el análisis de otros indicadores como el MACD es que quizá la cotización límite hasta la que probablemente descienda el índice español es los 6.500 puntos básicos. Es decir, aún se podría perder más de 900 puntos lo que desde luego seguiría siendo un auténtico varapalo para las empresas españolas.
No podemos asegurar realmente estas cifras, ni cuando será el momento real de recuperación o cuando algunas empresas empezarán a tirar del carro del IBEX, pero está claro que no deja de ser un índice como conjunción de las 35 empresas y si no se recuperan ellas, es imposible que el índice en su conjunto recupere una tendencia alcista y en parte muestre que los mercados vuelven a ser fiables y confiados.
Esperemos que por el bien de los mercados, así como de las grandes empresas que conforman nuestro parqué nacional podamos volver a cifras de crecimiento indiciarias como la de años anteriores del 25%-35%; será el primer indicio de que la economía española se vuelven a situar buenos números.
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