¿Quién quiere ser empresario?

¿Quién quiere ser empresario?
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Como siempre, lo más interesante de los posts suelen ser los comentarios. A raíz del post dedicado a ese hibrido resultante de mezclar el coaching y la TV en su versión reality hubo unos cuantos muy jugosos. Me voy a quedar con la aportación que nos hacia Bigfredi, que tras explicarnos como eran las versiones irlandesas de los programas que me gustaría ver, acaba con lo siguiente. La ultima frase es demoledora:

Por otro lado, un programa que está muy bien es "the apprentice", que es lo más parecido que he visto a lo que tu pides, pero siempre he pensado que no cuajaría en España. En España tendría mucho más éxito algo tipo "the opositor". Cada cultura tiene sus arquetipos idílicos.

Esto entronca directamente con algo que muchos venimos denunciando desde hace tiempo en España. Y es que se ha machacado de forma total la imagen del empresario, se ha vilipendiado la vocación emprendedora, se ha inculcado los niños que la asunción de riesgos es mala, que el futuro esta en la Oposiciones públicas. Parafraseando a Franco, en una anécdota que no se si es real, los padres venían a decir a sus hijos, "hagan como yo, no se metan a empresarios". Tremendo. Se genera algo muy ibérico en esta sociedad. Una mezcla de falso igualitarismo adobado con nuestro pecado capital, la envidia. Creo, y estoy casi seguro que me repito, que en España confluyen dos grandes lineas que conducen a ese pensamiento único. Por un lado la tradición católica es mucho más hostil al mundo empresarial que la protestante. Ya no hablo del calvinismo, y su teoría de la predeterminación. Hablo del protestantismo de andar por casa, que admite la libre interpretación de la Biblia frente a una Iglesia Católica que despreciaba, al menos formalmente, los bienes materiales porque todo lo cifraba en el Más Allá, en el triunfo del espíritu sobre la carne. Supongo, que en ultima instancia, la Iglesia era consciente de que su control social en un mundo de libre empresa se vendría abajo, como así ha sido. La otra linea que confluye es la de los movimientos de izquierda con todas sus derivadas. Me refiero al marxismo, la socialdemocracia, la antiglobalización, etc...En el fondo, los paralelismos entre el marxismo y el catolicismo resultan interesantísimos, pero no nos desviemos.

Creo que, de las pocas cosas que no cambiaron con la democracia en España fue, precisamente, la falta de valoración de la figura del empresario. Pasamos de la España cuartelaria a la España progre y nada cambio. Curiosamente, en las Facultades de Ciencias Empresariales se aglutinaba un numero elevado de criticos del capitalismo, de satanizadores de los empresarios (eso, junto con otros muchos motivos, explica el auge posterior de las Escuelas Privadas de Negocios). Tras un breve paréntesis del PP, partido conservador, no liberal, el PSOE ha vuelto a la carga. Se oye hablar mucho de la oposición de la Iglesia a la asignatura de Educación para la Ciudadania. Pero quizás las organizaciones empresariales deberían echarle un vistazo a ese catecismo laico. Aunque casi mejor que no lo hagan, ya que seguramente, y dada su cobardía habitual (la de los sindicatos empresariales) no tendrían el cuajo necesario para enfrentarse al Gobierno. Y es que también son corresponsables de no haber defendido su papel en una sociedad moderna. Me gustaría ver la actitud de los sindicatos de trabajadores si en los manuales de EPC se pusieseN negro sobre blanco muchas de sus prácticas.

¿Qué tipo de sociedad se puede construir sobre el desprecio a la figura del empresario?

Foto | Aniramyx

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