Quienes pensaban que las bolsas tendrían una tregua de fin de año se han llevado una clara desilusión. Todas las bolsas europeas se han desplomado en el inicio de esta última semana del año, dando cuenta de lo escarpado que viene el 2011, un año que se vivirá bajo fuertes turbulencias financieras. El tema lo abordamos en la encuesta de la semana, y la gráfica es un elemento a tener en cuenta: a falta de cuatro días para finalizar el año el Ibex ha sufrido un desplome del 17,5 por ciento.
El incremento de las tasas de interés por parte del banco central Chino ha despertado el escepticismo del mercado. La medida se ve como un freno a la expansión del gigante asiático y pone en peligro la recuperación económica mundial. Esta fue solo una de las medidas que anunció China el fin de semana. Como se muestra en este clip de Reuters, China también puso un freno a las importaciones de vehículos europeos, para evitar las grandes congestiones vehiculares que viven ciudades como Beijing. El sector automovilístico alemán sintió de inmediato el impacto de la medida y se fueron al rojo los números de compañías como Daimler y Volkswagen.
En España, el alza de tasas llevó al Ibex a perder los 10.000 puntos, cerrando en 9.899 puntos con una caída de 2,06%. El indicador fue lastrado por las fuertes caídas de Santander y BBVA, bancos que concentran la mitad de la deuda pública española en manos de bancos y cajas de ahorro, y que se eleva a 191.671 millones de euros, de acuerdo a lo señalado por el Banco de España. Esta es la parte de la deuda que está en instituciones españolas. En instituciones extranjeras, de acuerdo al Informe del BIS, la deuda es de 989.800 millones de dólares (755.400 millones de euros). Este será el gran talón de aquiles que vivirá la economía en 2011 y que pondrá en aprietos la débil recuperación que vive el mundo.
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