El inminente estallido de una nueva crisis financiera

El inminente estallido de una nueva crisis financiera
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El inminente aumento de las tasas de interés a largo plazo y la reestructuración de la deuda pública de varios países de la zona euro puede desencadenar una nueva crisis financiera en Europa que esta vez tendría efectos mucho mas devastadores que los vividos hasta ahora. Se ha querido dar la impresión de que la crisis está bajo control, con un ánimo contagioso en las bolsas, caídas en la prima de riesgo, leves mejoras en el empleo (efecto verano) y aumentos en la confianza. Pero todo esto es tibio y hasta cierto punto tramposo. Los datos relevantes como la inversión, el consumo y la producción industrial siguen cuesta abajo y aún no tocan fondo. Incluso Alemania sufrió una fuerte contradicción esta semana cuando se dieron a conocer los datos de consumo. Las encuestas habían vaticinado un fuerte aumento del consumo y resultó que los datos reales dieron cuenta de una estrepitosa y sorpresiva caída. Una vez más la ficción fue asfixiada por los hechos reales. La inversión, el consumo y la producción siguen en declive. El tema es preocupante porque a seis años del estallido de la crisis no existe ninguna opción clara de salida. Se confirma que las millonarias inyecciones a la banca no dieron los resultados esperados y que los audaces planes de liquidez han sido un arma de doble filo. Justamente pueden desatar la próxima crisis (una nueva crisis dentro de la actual crisis en curso), apenas los bancos centrales comiencen a retroceder con toda su artillería financiera convertida en auténtica chatarra. Y la misma velocidad de este movimiento puede desatar el nuevo tsunami. La contención de la crisis por parte de los bancos centrales no ha inyectado fuerza a la economía real y la desconexión entre ambas esferas se ha hecho manifiesta. Sin un apoyo eficaz de la política fiscal, la política monetaria es como una avanzada de la caballería sin el apoyo de la infanteria, es decir, un suicidio. Las políticas monetarias han tenido un despliegue contundente, pero sin el apoyo de otras políticas llegan a un punto muerto. Esto es porque se pretende curar al paciente con más dosis del mismo veneno que provocó la crisis. Otra metáfora que hemos empleado para ésto es la de "apagar el incendio con gasolina".

En el momento actual se vive el curioso fenómeno de que tanto el Banco Central Europeo como la Reserva Federal de Estados Unidos compiten por quien tiene la tasa de interés más baja. Esto ha provocado una nueva burbuja de crédito a nivel global (con préstamos a bancos de todo el mundo) que correrán serios riesgos cuando la Fed comience a elevar las tasas de interés. La actual situación no es para nada sostenible y recuerda las bajas tasas del período 2002/2003 que facilitaron la burbuja subprime y su estallido cuatro años más tarde. El incremento de las tasas será el momento en el cual varios países de la periferia europea no podrán pagar y deberán realizarse quitas masivas a su deuda. En algunos casos se reprogramará la deuda, pero ambas situaciones golpearán fuertemente a los bancos, y esta vez no habrá gobierno alguno en condiciones de practicar un rescate. Las burbujas de crédito siempre colapsan y originan las grandes crisis financieras. Nunca se aprenden las lecciones de la historia. Tropezamos una y otra vez en la misma piedra. Los dejo con este interesante documental sobre la crisis de 1929, que tiene muchas similitudes a la crisis actual.

En El Blog Salmón | ¿Qué provocó la crisis del euro?, Las dos gráficas que explican la crisis del euro

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