La larga cabalgata por el desierto, al atardecer

La larga cabalgata por el desierto, al atardecer
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El Far West ya no está para aventuras ni para promesas de triunfos y milagros. La fuerte caída de las bolsas el día de ayer muestra que sólo hemos visto la punta del iceberg de la crisis. El desplome del Dow Jones, del Ibex, del CAC, del FTSE, sigue plenamente la pauta de esta crisis anunciada en La caída de un avión en llamas. Y pese a que algunos aún se preguntan donde está la crisis si no se ven grandes aglomeraciones en los bancos, esperando alguna escena como la de It’s A Wonderful Life, de Frank Capra, con un ejemplo de las corridas bancarias de los años 30, olvidando que las transacciones hoy se hacen por internet a cualquier lugar del mundo, las 24 horas del día, cada minuto; o aquellos que expresaban su horror apocalíptico ante el intervencionismo que se veía venir como la única alternativa de evitar el colapso total.

Lo cierto es que el mundo está hecho un caos y el señor que abandonó ayer la Casa Blanca es uno de los principales culpables. Al respecto revise los clip de La caída de Wall Street por quienes la hicieron, con testimonios de primera fuente. Estados Unidos lleva ocho años perdidos y al nuevo inquilino de la Casa Blanca quizá le toquen al menos tres de los cuatro años de su gobierno para enmendar el rumbo. La década perdida. Esto es así, porque Estados Unidos está en la ruina, en el centro de la mayor deuda de su historia, como señalamos en El inquietante déficit de Estados Unidos, un déficit originado por una preferencia ideológica de crear deuda para manejar la gestión macroeconómica y silenciar el ciclo.

Para entender la magnitud del problema y por qué hay tan pocas opciones para los responsables de la política económica, hay que dar un vistazo a este gráfico, que muestra el crecimiento de la economía real y el crecimiento del sector financiero desde 1952. En esos años, el nivel de endeudamiento tanto del sector público como del sector privado era aproximadamente un 60% del PIB. Durante tres décadas se mantuvo rasante, controlado. Pero a partir de 1981, como se ve en la gráfica, el déficit se dispara. En pocos años la deuda aumenta 20 veces y la relación deuda/PIB pasa a ser de un 360%. Por otra parte, gran parte de esta deuda corresponde al sector privado, como se ve en esta otra gráfica. La deuda pública gira en torno al 52% del PIB, pero la deuda privada aumenta 22 veces, tres veces más rápido que toda la economía en su conjunto.

Por eso que el gobierno de Obama marcará un punto de inflexión importante sobre la manera de mirar el mundo. Será un retorno al mundo real. Esa máquina de consumo que era los EEUU algún día tenía que reventar, y así ha ocurrido. Le ha llegado la hora de las Vacas Flacas, pues con menos del 5% de la población mundial, este país devoraba el 50% de la producción mundial. ¿Se entiende la magnitud de la crisis? Ha bastado que el consumo de petróleo caiga un 10% en EEUU para que el precio retroceda a niveles de hace cuatro años. Imagine lo que viene con una caída general en el consumo del 15%, para el resto del mundo.

Todas las crisis de los últimos 70 años ocurrieron lejos de los EEUU. Y en cada una de ellas, los EEUU eran el comprador de último recurso, evitando de este modo una profundización de la crisis. Ahora que ese país es el epicentro de la crisis, el mundo cae en el propio pantano que creó la ideología de la desigualdad. No hay comprador de último recurso. Ni lo habrá por un largo tiempo pues durante tres décadas los economistas nunca pensaron en la probabilidad de un evento como éste. Y a quienes sí lo pensaron, como Keynes o Minsky, fueron bastardeados, tratados como herejes al sistema.

Esto ha reducido el rango de maniobra de los gobiernos para la política económica. Estados Unidos y el Reino Unido experimentarán fuertes devaluaciones. Los países de la UE que no resistan tal vez deban abandonar el euro, y permitir las quiebras generalizadas aunque políticamente resulte inaceptable. Por último, alentar la inflación será el recurso permitido para diluir la deuda y repartirla en todos los consumidores. El paciente, salido de la UTI, deberá correr con sus mangueras y estanques de oxígeno a cuestas para reanimar una economía global que ha sido completamente colapsada.

Más información | La caída de un avión en llamas, El inquietante déficit de Estados Unidos; Gráficos: Reuters | Gráfico 1 Gráfico 2
Video YouTube | Qué bello es Vivir, escena de la corrida bancaria.
Imagen | striadic

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