Puede parecer una obviedad, pero nunca está de más recordarlo. Y es que a veces, en la guerra de productos de inversión cuyo objetivo somos los pequeños inversores, aparecen en letras grandes conceptos como "tipo de interés", cuando la fiscalidad de los productos es absolutamente esencial.
Carlos Loring Martínez de Irujo, Consejero independiente de BBVA y miembro del Consejo Asesor del Master en Banca y Finanzas del Centro de Estudios Garrigues, lo recoge en declaraciones a la revista de la Asociación de Antiguos Alumnos de dicho centro: "El estudio de la fiscalidad se ha convertido en un elemento imprescindible en el asesoramiento financiero, hasta el punto de que en casi todos los casos es la cuestión determinante que marca la diferencia entre invertir o no, o la que obliga a escoger un instrumento en lugar de otro".
Un matiz adicional es que en un mercado como el actual, con amplias zonas de libertad de movimiento de capitales, el análisis fiscal de las decisiones de inversión debe hacerse en un contexto internacional, lo que le añade cierta complejidad. Este matiz, que para el pequeño inversor todavía no es muy relevante al venir los productos muy "mascados" por las entidades que los ofrecen al mercado, adquiere mayor relevancia para inversores más potentes.