Las rentas más elevadas vuelven a estar en el punto de mira de la crítica vertida por determinadas instituciones. La última ha sido Oxfam Intermón, que ha asegurado públicamente que en España no existe la progresividad fiscal. De hecho, asegura que las personas que cobran 20.000 euros poseen la misma presión fiscal que quienes obtienen dos millones de euros.
Parece ser que, cuando se trata de las clases más altas, Oxfam Intermón no duda en manipular los resultados económicos. Su simulador fiscal, capaz de calcular en qué se convierten los impuestos de la ciudadanía, determina que una persona con ingresos superiores al millón de euros aporta lo mismo, en pago de IRPF e IVA (un 17% de sus ingresos), que una persona que ingresa poco más de 20.000 euros (un 16%).
¿Qué dice Oxfam Intermón?
El análisis de Oxfam Intermón refleja que la mitad de la población española ingresa menos de 20.000 euros al año, pese a tener una elevada presión fiscal. Aseguran que existe poco margen de recorrido para obtener suficiencia y progresividad.
Se considera que 6 de cada 10 empleados, personas autónomas y desfavorecidas pagan unos impuestos demasiado elevados. Por consiguiente, se determina qué bienes y servicios básicos se pueden financiar y cuál es la posición relativa en la distribución de la renta en España.
Oxfam Intermon solicita que se avance en la progresividad del sistema tributario, ampliando las bases imponibles y haciendo que empresas y grandes fortunas paguen la parte que les corresponde para afrontar con éxito los desafíos del país. Además, señalan la necesidad de seguir reduciendo la brecha entre las tributaciones frente a las del trabajo, así como modificar la fiscalidad societaria para que las grandes empresas aporten lo que les corresponde en cada caso.
Del mismo modo, apuntan la necesidad de que España se implique e impulse iniciativas en el seno del G20, pero también en Europa para optar a una mayor tributación sobre las grandes fortunas.
La progresividad fiscal en España sí existe
Hay datos que demuestran lo contrario. Ahora ya no solo es una estrategia política emprendida por los socios de Sánchez, sino también de una serie de instituciones de renombre que manipulan los datos en pro de un mensaje político plenamente manipulado.
Los impuestos que pagan los españoles son claros: entre un 24% y un 36% de la renta bruta, dependiendo de los ingresos y del tipo de hogar. Por consiguiente, hablamos de entre 6.600 y 27.200 euros al año. Por tanto, se trata de un tercio de la renta de cada usuario.
Las informaciones oficiales demuestran que el 20% de los trabajadores españoles pagan el 73% del IRPF, por lo que de no contar con su respaldo el país se iría a la ruina. Y es que los tipos medios soportan la población en todos los aspectos.
Se estima que las rentas medias-bajas abonan el 10,38%, las rentas medias-altas el 20,5% y que las rentas muy elevadas abonan entre el 33% y el 37%. No obstante, además del nivel de renta, los impuestos que se pagan dependen del tipo de hogar (soltero y con un hijo, 15%; matrimonio sin hijos y un trabajador, 17%; familia con un hijo, 18%; familia con un hijo y dos trabajadores, 13,76%).
La progresividad fiscal sí existe, pues hay que tener en cuenta que el IRPF es el tercero de los ingresos totales, dependiendo de la renta total del contribuyente. Además, los impuestos como los carburantes o el tabaco no varían según el nivel de renta. A esto se le suma que el IVA, el IBI y las cotizaciones sociales son idénticos, independientemente del nivel de ingresos, del tipo de hogar, del número de hijos o de la situación familiar.
Los economistas entienden que la progresividad fiscal del IRPF compensa la regresividad de otros impuestos. Si bien es cierto, los hogares más vulnerables se ven más asfixiados, en términos económicos, que los que poseen un mayor potencial, especialmente en los momentos de elevada inflación.
En estos, la cesta de consumo tiene un claro factor crucial, ya que los productos que más suben son los agravados por los impuestos del Gobierno. Así es como el Gobierno decidió rebajar el IVA de los alimentos más básicos a toda la población, incluida la de mayor índice de renta.
En resumen, se puede concluir que el informe emitido por Oxfam Intermon es completamente falso y con una clara intención política de manipulación. La situación real de España es clara y se puede afirmar, con datos contrastados, que existe una verdadera progresividad fiscal, latente en todos los ámbitos y sectores sociales de manera equitativa.
España debería replantearse el IRPF. En las últimas décadas hemos fomentado un modelo con un mínimo exento cada vez más alto y las rentas bajas y medias apenas pagan impuestos. Si no existe corresponsabilidad fiscal, España entra en peligro, dependiendo de unas personas que cada vez ven más que son los únicos que aportan al bien común.