La de los juegos móviles es un mercado con una enorme volatilidad. Lo que hoy es un éxito rotundo y una 'mina' de ingresos, mañana puede ser una reliquia olvidada. Contra esa inestabilidad deben luchar a diario las empresas que buscan conquistar este terreno. Y los artífices de Candy Crush, el juego que ha vuelto a copar titulares por la 'pillada' a Celia Villalobos, luchan por no ser 'víctimas' de un único éxito.
La potencia del sector de los juegos móviles está fuera de toda duda. Según eMarketer, en 2015 las descargas de estos juegos y las compras dentro de ellos harán crecer los ingresos este año 2015 un 16,5% hasta saltar la barrera de los 3.000 millones de dólares.
La compañía sueca está consiguiendo esa diversificación de ingresos, ansiada por muchos. O, al menos, una menor dependencia de su principal 'hit'. En los últimos resultados logró que los ingresos brutos a través de los juegos al margen de 'Candy Crush' (antes de pagar a sus socios distribuidores) representaran ya el 55% del total (el trimestre anterior era 6 puntos porcentuales inferior).
Eso no fue suficiente para frenar la caída en los ingresos, que fue del 9% (hasta los 545 millones de dólares). Pero sí para que los inversores abrazaran con pasión esta diversificación, tan ansiada en el sector. De hecho desde el día de la presentación de resultados, sus acciones se han revalorizado casi un 19%.
El camino contrario ha llevado el vivo ejemplo de esa dependencia: Zynga. La otrora compañía líder de juegos sociales, con su archiconocido 'Farm Village', volvió a decepcionar en sus ingresos y sigue sin encontrar alternativas en el móvil. En este tiempo desde la presentación de los resultados, ha perdido un 17% de su valor. Hoy cotiza a 2,33 dólares, cuando a comienzos de 2012 (en pleno éxito) lo hacía a 14,6.
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