El terrorismo islamista pone en riesgo la recuperación económica de Europa
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El terrorismo islamista pone en riesgo la recuperación económica de Europa

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El pánico y la psicosis están recorriendo Europa de punta a punta. Los atentados de París encendieron la mecha de una sensación de miedo e inseguridad entre la población europea, que ve cómo su integridad está amenazada por un terrorismo que si de algo no peca es de previsible.

Ante estos temores, los países están respondiendo con mayor gasto en seguridad y, también militar, en algunos casos. De momento, Francia, cuyo presidente, François Hollande, ya ha declarado que está en guerra y que intensificará su presencia en Siria tras los ataques sufridos el 13 de noviembre, ha sido el primero en lanzar una serie de medidas para luchar contra el terrorismo, con lo que presumiblemente el gasto en armamento y defensa se incrementará notablemente.

Hollande aumentará los cuerpos de seguridad franceses con un total de 10.000 nuevos militares y policías, 2.500 efectivos para el personal penitenciario y 1.000 para aduanas. Además, ha congelado cualquier tipo de recorte para los presupuestos militares de aquí a 2019. Todo ello irá acompañado de una reforma de la Constitución para incluir leyes más duras contra los sospechosos o culpables de delitos de terrorismo.

En este contexto, la Comisión Europea ha decidido ser más flexible con la política fiscal comunitaria y permitir a Francia incumplir sus objetivos de déficit, ya que el considerable aumento de gasto militar que tiene que hacer se lo impedirá, y en este caso se trata de un motivo de fuerza mayor, o al menos así lo entienden en Bruselas. Si en los últimos años la Comisión se ha caracterizado por ser inflexible con el déficit –que se lo digan a España-, ahora hará la vista gorda con el objetivo de que Francia se sienta más protegida y que se acabe con el terrorismo yihadista.

No obstante, cabe recordar que el país vecino ya lleva varios años incumpliendo sus metas de déficit, como bien señaló Bruselas, ya que no ha llevado a cabo los recortes recomendados por la UE, a pesar de que le ha dado dos años extra para poner en orden en sus cuentas. De este modo, Hollande se ve liberado de tener que hacer unos recortes que lo pondrían más en la picota y cuenta con manga ancha para estirar el gasto, con el objetivo puesto en que lo sucedido en París no vuelva a ocurrir.

El turismo, otra brecha

En los últimos días el epicentro de la amenaza yihadista se ha trasladado de París a Bruselas, ciudad que lleva varios días sitiada ante la posibilidad de sufrir un atentado inminente. En este caso, de donde viene la preocupación es del sector turístico.

Bruselas es una de las ciudades europeas con más visitantes, al igual que la capital gala. Por ello, en estos días en que todo permanece cerrado a cal y canto los comerciantes y hosteleros se llevan las manos a la cabeza ante el temor a que la situación se prolongue en exceso y perjudique la campaña navideña, pues la ciudad recibe muchos visitantes en estas fechas que pueden verse disuadidos de viajar si la alerta continúa.

No hay cifras oficiales y nadie quiere hablar más alto de lo que debe, pero el temor a que esto lastre a la economía está ahí, y no es ninguna exageración, pues si el turismo decae, la recuperación de toda la Eurozona puede correr peligro.

En el segundo trimestre de este año el PIB de la zona euro rebajó el ritmo de crecimiento al 0,3%, cuando en ese mismo periodo de 2014 el aumento fue del 1,6%, lo que ha servido para encender la luz de alarma. Si a eso se le suma un estado de amenaza terrorista y un aumento del gasto militar en algunos países, la cosa puede ir a peor.

Este mismo lunes el Ministro de Economía, Luis de Guindos, ha asegurado a su llegada a Bruselas que espera un impacto limitado del terrorismo en las finazas comunitarias. Si bien ha reconocido que esta situación no es buena para la economía, cree que si la respuesta de los países es la adecuada, no tiene porque repercutir de manera abrupta.

Además, aunque cree que es conveniente flexibilizar el Pacto de Estabilidad de los países de la UE en situaciones como la actual, ha recordado que reducir el déficit sigue siendo objetivo prioritario.

Con este panorama de incertidumbre en Europa es demasiado pronto para sacar conclusiones, es claro que la amenaza yihadista no solo ha puesto en riesgo la seguridad de la región –que ya lo estaba-, sino también el final definitivo de la crisis económica.

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