En una rueda de prensa que ayer ofreció el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durão Barroso, se le preguntó sobre qué sensaciones tenía para el nuevo año que se acababa de estrenar. Admitiendo que el presente ejercicio económico de 2011 se presenta con grandes desafíos, entre los que destacan la consolidación fiscal, el llevar a buen término las reformas estructurales emprendidas, y el consolidar el crecimiento económico.
Dentro de este complejo escenario, el ejecutivo de la Unión Europea, reconoció que los Estados Miembros de la unión deberán emprender medidas de ajuste adicionales, que en muchos casos serán muy dolorosas, en un camino en el que no queda más remedio que ser más austeros para reducir el fuerte nivel de endeudamiento que tiene maniatados a la gran mayoría de los países europeos.
Al mismo tiempo aprovechó para insistir en la importancia de que los estados hayan emprendido medidas estructurales, augurando que para cuando se alcancen cotas consolidadas de crecimiento económico, se conseguirá crecer mediante un nuevo modelo de producción que nos permitirá salir fortalecidos.
En mi opinión Barroso ha sido demasiado político al respecto no mojándose demasiado, aunque entiendo que es el papel que se ha de jugar para no verter más rumores sobre los países que conforman la unión, por dos motivos:
- El modelo de producción europeo no ha variado mucho con el que existía antes de la llegada de la crisis económica, al no introducirse variaciones muy significativas, repartiéndose el valor añadido entre los mismos sectores de actividad
* El tamaño del sector público, totalmente desproporcionado, sigue siendo el mismo que hace unos años
La realidad es que el coste social y político de esta segunda cuestión puede ser demasiado elevado. Un coste que a pesar de la ‘bondad’ de las medidas de ajuste, ningún país ha estado dispuesto a asumir.
Vía | Cinco días
En El Blog Salmón | EE.UU. cambia el rumbo hacia la austeridad
Imagen | irekia