El mercado de la telefonía móvil ha salido de la saturación en el mundo moderno gracias a las economías emergentes. De momento, los fabricantes se toman un respiro y dejan a un lado el miedo a ver agotadas sus fuentes de negocio.
Un 19% crecieron las ventas globales el año pasado, hasta un total de 810 millones de aparatos. La mitad de ellos fueron a parar a lugares como el continente africano o India.
Claro, que las predicciones no son completamente halagüeñas. De hecho, en los próximos cinco años se espera una ralentización de las ventas. Aún así, este año se prevé que las operadoras de móviles acumulen 2.000 millones de suscriptores. Y el objetivo para 2010 son 930 millones de aparatos vendidos. Una cuarta parte se colocarán en China, al tiempo que India se hará con el liderazgo del mercado. Además, para esa fecha el 77% de los teléfonos en la calle llevarán cámara incorporada.
En ese tiempo la tecnología continuará evolucionando y los fabricantes tendrán que acomodar los costes al mercado sin dañar sus libros de cuentas.
En este sentido, el siguiente paso es el teléfono con TV, pero antes habrá que ver si contaría con la demanda suficiente.
Por ahora el sector se tendrá que dar por satisfecho aumentando los adeptos al móvil en las economías pujantes. La otra asignatura pendiente, y tal vez más difícil de lograr, es que en los mercados maduros la clientela quiera renovar sus teléfonos con más frecuencia. Tentaciones no faltan.
Vía | "BBC":http://news.bbc.co.uk/2/hi/business/4650354.stm