En 2009 la Ministra de Cultura de la época, Ángeles González-Sinde, presentó el canon digital por el que se compensaba a los autores por la piratería en Internet. En dicha ley, impulsada desde la SGAE con Ramoncín y Teddy Bautista como máximos exponentes de la misma, se pretendía cobrar un canon a los discos duros, ordenadores y en general dispositivos de almacenamiento vendidos para compensar a las sociedades de autores.
La ley fue rectificada varias veces por sus problemas legales y actualmente está vigente en España. Fue muy contestada por los sectores tecnológicos y activistas de Internet, pues la verdadera solución a la piratería llegó cuando hubo alternativas reales para poder consumir los contenidos (Spotify, Netflix y compañía).
Sin embargo la IA llega como una nueva amenaza a los productores de contenido en Internet y parece que la única salida a esta amenaza sea, de nuevo, un canon digital. Estamos ante una reinvindicación de la Ley Sinde, ya que puede que fuera visionaria ante la situación que viene.
El problema de la IA y los productores de contenido
Las IA generativas están cambiando cómo la gente consume contenidos en Internet. Lo normal hasta ahora era usar un buscador y acabar en la página que nos proporciona el contenido más relevante. Y de esta forma los creadores de contenido pueden monetizar sus recursos, ya que obtienen visitas.
Sin embargo en el futuro puede que la gente simplemente pregunte a las IA por la información. Ya está sucediendo (no hay más que ver como el tráfico de Stackoverflow se está hundiendo ya que los programadores no buscan respuestas sino que preguntan a las IA) pero en el futuro podría ser mucho más.
El humano es un animal de costumbres y que los usuarios migren desde Google a OpenIA para hacer sus preguntas es complicado. Sin embargo si Google integra respuestas de IA en el buscador como anunció hace unos meses el tráfico que envía a terceras páginas podría hundirse significativamente.
¿Y cuál es la solución? El New York Times lo tiene claro: las IA tienen que compensarle por haber usado sus contenidos para entrenar a sus modelos. Y estos pagos recuerdan bastante al canon digital.
OpenAI está llegando a acuerdos con algunos medios para un intercambio de contenidos a cambio de tecnología. Sin embargo esto no tiene mucho recorrido que para unos pocos grandes. Al final lo que tiene sentido es que los creadores de contenido se vean compensados en base a su relevancia para que las IA den sus respuestas (lo cual va a ser muy complicado de medir).
Al final parece que el canon de Sinde, Ramoncín y Teddy Bautista pueda ser el modelo que salve Internet tal y como le conocemos. ¿Visionarios o relojes estropeados que dan bien la hora dos veces al día?
Imagen |A partir de imagenes de Amdkde y Magnus Manske
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