A estas alturas de la crisis sigo oyendo a gente decir que hay que dejar de pagar la deuda española, que es una deuda ilegítima y que hay que romper la baraja. Esta es una posibilidad que siempre tiene un Gobierno encima de la mesa, vayan las cosas bien o mal. Suspender pagos y si te he visto no me acuerdo. Pero sin entrar a valorar las penalizaciones internacionales que tendría que hacer frente España, ahora mismo no podemos hacerlo. Por culpa del déficit.
El problema de España es que seguimos teniendo déficit primario. Es decir, si no contamos los intereses de la deuda, tenemos déficit. Si cortamos los pagos de deuda de un día para otro nos quitaríamos de encima todos esos gastos financieros, pero el Estado seguiría gastando más de lo que recauda. Y para que os hagáis una idea, en 2011 dicho déficit estaba en 90.000 millones de euros y en 2012 se estima que estará entorno a 70.000 millones de euros (7% del PIB). Efectivamente en estos datos están los gastos financieros, pero haceos una idea del orden de magnitud del asunto.
Si dejamos de pagar las deudas, la gente deja de prestar a España, eso está claro. Nadie presta a quien no paga, al menos a corto plazo. Y entonces, ¿cómo afrontamos dicho gasto superior a los ingresos? No podríamos. Una suspensión de pagos unilateral, un romper la baraja ahora mismo significa que de un día para otro hay que recortar decenas de miles de millones de gasto público. Y en esta contabilidad no entran los rescates a los bancos.
¿Cómo hacemos esto? Desde luego no eliminando los coches oficiales y las prebendas de los políticos. Efectivamente, los políticos deben de dejar de derrochar el dinero que no es suyo en vivir muy bien, deben dar ejemplo y soy un firme partidario de eliminar muchos coches, chóferes y viajes en primera clase. Pero también soy realista, eso no es nada, apenas afectaría a las cuentas públicas (y precisamente por eso salen impunes, porque en el fondo nos tocan poco el bolsillo con esas cosas).
Pensemos un momento todas las medidas que ha hecho Rajoy este año para reducir el déficit: subir IRPF, subir IVA, recortar en sueldos públicos, educación, sanidad, desempleo, pensiones. Y ni por esas ha logrado una bajada que se acerque a lo que tendría que hacer para reducir el déficit de un día para otro en el caso de suspender pagos. Os doy unos ejemplos de lo que podría pasar: reducción de un 30% a un 50% de sueldos públicos y pensionistas; todas las autovías de peaje; gasoil y gasolina a más de dos euros el litro; prestación de desempleo más corta y con límites más bajos… ese estilo de cosas.
Así que una cosa está clara. Para romper la baraja hay que eliminar el déficit primario. Sin déficit primario tenemos una mano ganadora, la amenaza de romper la baraja es real, se pueden suspender pagos y seguir viviendo sin financiación. Pero ahora mismo, es completamente irreal.
En El Blog Salmón | España y el déficit, ¿a quién pretenden engañar?, Tres medidas que ayudarían a aceptar los recortes
Imagen | Fran Carreira