¿A qué edad se debe empezar a ahorrar? No hay una respuesta clara a esta pregunta, pues cada persona tendrá una opinión. Pero si de pequeños nos regalan (o nos regalaban) huchas para guardar nuestro dinero es por algo.
Porque cuanto antes empiece el hábito de ahorrar, antes se hará casi innato, y se llegará a la vida adulta con una muy buena costumbre para nuestra vida en general. Pero por los datos que tenemos en España (con un ahorro inferior al de nuestros vecinos europeos) vemos que algo se nos escapó en el camino a la edad adulta.
Por lo tanto, ahora que sabemos bien las consecuencias que tiene no ahorrar, es momento de ayudar a nuestros hijos a hacer las cosas bien. Y con la ventaja del avance de los tiempos y el desarrollo de la industria financiera, que ha dado lugar a que se creen productos ad hoc para los más pequeños, lo que les permite ahorrar y ver crecer sus ahorros. Pero, ¿hasta qué punto?
Comparando productos de ahorro infantiles
Vamos a ver unos cuantos de estos productos para ver cuánta rentabilidad aportan y si convienen a los pequeños en sus primeras experiencias con el ahorro. Algo importante es que todo esto no se haga sus espaldas (antes nuestros padres nos abrían una cuenta y ni nos enterábamos. Es bueno que vayan iniciándose en las finanzas personales cuanto antes, por lo que conviene explicarles qué son estos productos y cómo les van a ayudar en su vida de mayores.
Los más clásicos son las cuentas de ahorro. Por ejemplo, nos encontramos con la cuenta BK Mini, de Bankinter, que es hasta los 17 años. No tiene comisiones, no requiere domiciliar recibos y tiene liquidez absoluta. Aunque en sí misma no aporta rentabilidad, permite un mayor ahorro al no tener comisiones nunca, pero hay algo más interesante.
Porque lleva asociada el llamado Plan 5%, un que bonifica las aportaciones que se realicen desde la cuenta Bk Mini a fondos de inversión comercializados por esta entidad y asociados a esa cuenta. Cada mes que se aporte un mínimo de 50€, habrá una bonificación mensual que se ingresará en dicha cuenta, la cual será del 5% pero...solo el primer año. A partir del segundo bajará al 2%. No obliga hacer una aportación todos los meses, cuando se haga habrá bonificación.
Interesante es la Cuenta NetClub de Abanca, una cuenta de ahorro que tiene recompensa, algo que incentiva el ahorro de los pequeños y no con más dinero. No genera rentabilidad, pero lleva asociado un programa de puntos, los puntos NetClub por los que cada 50 euros de ahorro se convierten en un punto. Al irse acumulando, los niños pueden conseguir juguetes educativos, libros, música o tecnología, regalos que sirven para que sigan formándose y que se acostumbren a ahorrar porque tiene premio. Así, irán captando que siempre hay un beneficio detrás del ahorro.
Para los preadolescentes y adolescentes existe la cuenta ImaginTeens de Caixabank, que además ha creado su propia app del mismo nombre para que aprendan a gestionar sus finanzas personales desde su smartphone, su inseparable. Esta cuenta es de 12 a 18 años y les permite gestionar su dinero (lo que gastan), compartir pagos con amigos, pedir dinero a sus padres, pagar...y, en definitiva, controlar su ahorro, algo que es muy importante a esa edad, cuando empiezan a gestionarse a sí mismos.
Pequeños inversores
Pero si ya vamos entrando en materia nos encontramos con la Cuenta Junior de MyInvestor, para menores de edad que ya empieza a remunerar por los ahorros. El primer año, ese interés que genera es del 1% hasta 15.000 euros. Después baja al 0,01%, pero lo bueno es que permite a los pequeños invertir en toda la cartera que genera MyInvestor, como los mayores, siendo una primera aproximación a la inversión. Igualmente, permite hacer aportaciones a fondos de forma automática. De este modo, los niños pueden empezar a iniciarse en el mundillo controlados por sus mayores y asesorados por una entidad.
En esta línea está la Cuenta de Ahorro Young Openbank ofrece desde el primer euro una rentabilidad fija del 0,15% TAE, por lo que desde el principio ya genera intereses. Permite hacer todas las aportaciones que se quieran y liquidez en todo momento.
Vámonos ya a la inversión pura y dura, y aquí nos encontramos la cartera de fondos para menores de Indexa Capital, que tiene como único titular al menor y que requiere una inversión inicial de un mínimo de 3.000 euros y de ahí se empieza a dar forma a la cartera con el asesoramiento de la entidad. Un producto interesante para hacer que sus ahorros vayan creciendo. Es ideal para preadolescentes pensando en la etapa universitaria o posterior al colegio.
Y si queremos darles la opción a invertir y mejorar el mundo a la vez, Deutsche Bank propone la inversión sostenible de la mano de Amundi con el fondo Solutions Sustainable Income que se guía para elegir los activos en los que hacer aportaciones por criterios sociales, medioambientales y de buen gobierno corporativo. De este modo, los pequeños logran rentabilidad y se implican activamente en la mejora del planeta, algo que los jóvenes tienen mucho más interiorizado que los mayores.