El Parlamento Europeo y el Consejo de la UE han fijado un acuerdo provisional para resaltar el derecho a reparar. Una normativa que ampara la reparación de electrodomésticos rotos o defectuosos en pro de una economía circular más sostenible. Se engloba dentro del llamado Pacto Verde Europeo.
Así pues, se podrán dejar de generar 35 millones de toneladas de residuos, 30 millones de toneladas de recursos y 261 millones de toneladas de emisiones de gases de efecto invernadero cada año. En materia económica, supondrá un ahorro de casi 12.000 millones de euros al año. Y es que de media, reparar un electrodoméstico supone un gasto medio de 108 euros. Estos datos parten del Centro de Documentación Europea.
Dicho esto, tomando como referencia la Encuesta Continua de Población, publicada por el INE, se calcula que en España existen 19,27 millones de hogares para 48,44 millones de residentes. De ahí que si se pueda afirmar que el ahorro de media por hogar sea de 623 euros por hogar al año.
El nuevo acuerdo alcanzado implica que Europa, y en concreto España, apueste por la reparación en lugar del desecho. De este modo, además de darle una segunda vida a los productos y de contribuir al desarrollo sostenible, se conseguirán crear nuevos puestos de trabajo de buena calidad y limitar la dependencia de materias primas extranjeras. Los españoles, y en general los europeos, ven aumentadas las facilidades, rapidez y transparencia para acceder a servicios de reparación.
En cuanto al impacto medioambiental, en Eurobarómetro reciente indica que el 77% de los europeos siente la necesidad de actuar personalmente, de manera responsable, para limitar el cambio climático.
Con el nuevo acuerdo, Europa opta por dar prioridad al derecho de reparación frente a la eliminación, apostando por una nueva vida para nuestros productos. Una idea expresada públicamente por Alexia Bertrand, secretaria de Estado belga de Presupuesto y Protección del Consumidor.
Incentivos y ámbito de aplicación de la normativa de reparación
Para que las personas decidan reparar sus electrodomésticos, prolongando su vida útil y ahorrando hasta 12.000 millones de euros al año, se impulsa la posibilidad de solicitar a los fabricantes la reparación cuando fuese posible, además de la creación de un nuevo formulario europeo gratuito y voluntario con información clara (condiciones, tiempo de reparación, precios y piezas de recambio empleadas).
De igual modo, se pretende crear una plataforma única europea online, que permitiese contactar con los reparadores e impulsase iniciativas de reparación participativas.
El derecho a reparar lo que compramos supone para los españoles y los europeos una condición única. En cuanto al ámbito de aplicación, destacar que se destinará a productos para los cuales la legislación de la UE fija requisitos de reparabilidad (lavadoras, teléfonos, frigoríficos, aspiradoras, etc.). No obstante, existe plena libertad para elegir entre reparar o restituir el producto.
La ley fija que, si durante el plazo de la garantía se opta por la reparación, el periodo de responsabilidad del vendedor quedará ampliado 12 meses, a partir de la reparación satisfactoria del producto. Junto al plazo, que puede ampliarse, también se recoge la exigencia de los Estados miembros a los fabricantes de realizar reparaciones en plazos y precios razonables.
Nuevas medidas en pro de la reparación
La propuesta del ‘derecho a la reparación’ implica, dentro de la garantía jurídica, que los vendedores ofrezcan reparaciones excepto cuando fuesen más caras que las sustituciones.
Fuera de la garantía jurídica, la reparación se convierte en una opción sencilla y accesible, pues los consumidores podrán reclamar la reparación de productos que fuesen técnicamente reparables, contando siempre con un servicio óptimo al que recurrir. Es obligación de los productores informar a los consumidores sobre los productos que estén obligados a reparar ellos mismos, sin garantía.
La ley también contempla la configuración de una plataforma de reparación en línea, la cual ponga en contacto a consumidores con talleres de reparación y vendedores de productos renovados de la zona. De este modo, se aumentarán los estándares de calidad. Es importante, a su vez, que se abogue por un formulario europeo sobre reparación, que aportará transparencia a las condiciones y al precio de reparación, existiendo una libre competitividad en el mercado.
Por último, se elaborará un estándar de calidad europea de los servicios de reparación, permitiendo que los consumidores encontrasen los talleres que mayor calidad le ofrecen. Un estándar de reparación sencilla extendida a todos los países de la UE, también a España, que deberán comprometerse a fijar una serie de estándares mínimos de calidad (como duración o disponibilidad de los productos, entre otros).
Con la normativa vigente en la mano, cuando se lleva un producto a reparar se aplica una garantía sobre el arreglo, aunque las condiciones dependen si el producto se encuentra en plazo de garantía de compra o no. Para productos comprados antes del 1 de enero de 2022, los fabricantes proporcionaban recambios y piezas durante cinco años después de culminar su fabricación.
Pero a partir del 1 de enero de 2022, el periodo se ha visto incrementado hasta en 10 años. Si está en garantía de compra, las reparaciones deberán ser totalmente gratuitas, contando la intervención con su propia garantía de 6 meses. Un salvavidas legal para incentivar, por razones económicas y sostenibles, las reparaciones.