El pasado viernes se anunció que Telefónica y Atresmedia unían fuerzas en una empresa que desarrollaría contenidos (series de TV y películas) en común para ambas empresas. El objetivo es crear contenidos en español con los que competir con Netflix, HBO y los otros jugadores que están entrando en el mercado: Apple y Disney (con Disney+).
La empresa resultante invertirá 200 millones en contenidos, las empresas quieren ganar escala y capacidad No se da más información, pero desde fuera parece que se quiere llegar a una especie de Netflix. Telefónica, como cualquier empresa de telecomunicaciones, ofrece ya películas y series en su plataforma, al igual que Atresmeedia, que con su conglomerado de medias audiovisuales está continuamente desarrollando series y películas. Hasta aquí estamos de acuerdo, se trata de un movimiento relevante.
No obstante, si el objetivo es montar un sistema equivalente a Netflix en España, puede que estemos ante la crónica de un próximo fracaso anunciado. Porque en el historial de Telefónica, no deja de haber proyectos que se anunciaron en su momento como “la alternativa española de X” o “el X español” de los que nadie se acuerda.
El déjà vu de Telefónica
Telefónica ha lanzado en el pasado varios proyectos de Internet que nunca dieron resultado, muchas veces acabando de ser sus fracasos más sonados. Por ejemplo se me ocurreen los siguientes:
Terra: de cuando los portales, webs que agregaban decenas de servicios como noticias, e-mail gratuito, horóscopos, juegos, salas de chat, etc parecían el futuro de Internet. Fundado en 1999,, compró a competidores pequeños y en el año 2.000 compró el portal americano Lycos por 12.500 millones de dólares (una cantidad que asusta todavía). Tras el pinchazo de la burbuja tecnológica lo vendió en 2004 por 105 millones de dólares. En 2017 el portal Terra cerró, salvo para Brasil donde continúa vivo.
Noxtrum: cuando Google y Yahoo triunfaban como buscadores, se fundó en 2005 este buscador que pretendía ser la alternativa hispana a Google con el enlace a resultados de Páginas Amarillas y problemas de calidad. Cerró en 2008, tras ser vendido junto a Páginas Amarillas en 2006 a la inglesa Yell dentro del paquete de Páginas Amarillas.
Keteke: la red social lanzada por Telefónica en 2008 como alternativa a las que triunfaban entonces, Tuenti y Facebook. Con un fuerte presupuesto en su momento, trajeron a la entonces en la cumbre de la fama Paris Hilton para promocionarla, estrategia que es buena para salir en las noticias, pero no para conseguir usuarios (I y II). Nunca tuvo mucho éxito. Cerró en 2009, cuando sólo la usaban el 0,36% de los usuarios de Internet españoles.
Tuenti: fundada en 2006 como red social, pegó muy fuerte antes de que los usuarios españoles acabaran usando las soluciones norteamericanas de Facebook e Instagram. En su momento fue un fenómeno social. Tras el cierre de Keteke, Telefónica la compró en 2010 y utilizó su marca para lanzar un operador móvil virtual de bajo coste. En 2016 cerró Tuenti como red social y permanece como OMV, también licenciando su marca en Perú, Argentina, Ecuador y Guatemala (si es cierto que fue una cantera de emprendedores que no hemos visto en otra startup española).
Es decir, creo que hay un patrón, se paga de más por un proyecto que al poco tiempo ya no existe o que sobrevive como una sombra de las expectativas que había en su momento, y ha pasado repetidas veces. Especialmente preocupante en un momento en el que a un mercado en el que el líder (Netflix) no es rentable, aparecen competidores cada vez más fuertes, como Apple o Disney. Es decir, no queda muy claro que sea necesario (como si lo puede ser invertir en Prosegur para que use sus servicios IoT).
La oportunidad
En cambio, subyace una fuerte oportunidad en esta empresa de contenidos. El éxito de series españoles como La Casa de Papel o Velvet, junto con la proliferación de plataformas globales puede conseguir que buena parte de la producción audiovisual de esta empresa se pueda exportar a otros mercados.
Es decir, en la fiebre del oro de las suscripciones, no hablaríamos de buscar más oro, sino de vender picos y palas. Eso puede suponer un buen negocio, si se consigue comercializar y exportar bien los contenidos, que deberían de estar adaptados no sólo al público de otros países.
Pregunta a los lectores ¿creen que la unión de fuerzas de Teleffónica y Atresmedia dará sus frutos y junto con otras iniciativas llegaremos a tener una producción audiovisual importante en España?
Vía | Xataka
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