Bruselas a por la aniquilación total del tabaco. Cerrar estancos, prohibir el lanzamiento de nuevas marcas y subir la edad mínima de acceso

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Sergio Delgado

La Comisión Europea ha decidido dar un paso más en su particular cruzada contra el tabaco con una batería de medidas que podrían afectar seriamente esta industria en Europa.

El nuevo plan, respaldado por la Organización Mundial de la Salud (OMS), tiene como objetivo reducir drásticamente el consumo y acercar al continente a lo que denominan una “generación libre de humo”.

La propuesta ha generado, como no podía ser de otra manera, un intenso debate entre gobiernos, asociaciones sanitarias y los propios estancos, que ven peligrar su supervivencia.

El documento, al que ha tenido acceso la prensa europea, detalla acciones concretas como la reducción del número de puntos de venta, el incremento de la edad mínima de compra y la prohibición de nuevas marcas de cigarrillos.

Además, incluye el veto a cualquier tipo de incentivo o apoyo público a productores o distribuidores de tabaco, un cambio que se percibe como el más agresivo desde la aprobación del Convenio Marco para el Control del Tabaco.

Un plan europeo, pero con ambición global

La Comisión Europea acudirá con esta propuesta a la COP 11, la undécima Conferencia de las Partes del Convenio Marco de la OMS, que se celebrará en Ginebra a finales de noviembre.

En el encuentro participarán cerca de 180 países, y el objetivo es presentar una postura unificada de los Estados miembros de la Unión Europea frente a la expansión del tabaquismo.

El plan se alinea con la estrategia global de la OMS, que en los últimos años ha intensificado su presión sobre los gobiernos para restringir la producción, la venta y el consumo de tabaco. Fuentes comunitarias señalan que Bruselas busca “la aniquilación total del tabaco en un horizonte de dos décadas, priorizando la salud pública por encima del interés económico.

Reducción de puntos de venta y cierre de estancos

En España, el impacto sería inmediato. Según datos del Ministerio de Hacienda, existen 12.858 estancos registrados, una cifra que ya ha caído un 3,2% en la última década.

Las nuevas restricciones podrían acelerar el cierre de establecimientos, especialmente en municipios pequeños donde la venta de tabaco sigue siendo una fuente importante de ingresos. Además, se prohibirán las promociones, descuentos o incentivos que busquen atraer nuevos consumidores.

La inspiración británica en la legislación europea

Una de las propuestas más polémicas incluye restringir de forma permanente la venta de tabaco a las generaciones nacidas a partir de un año determinado, una medida que ya se ha implementado en el Reino Unido para las personas nacidas después del 1 de enero de 2009.

Si prospera, esta iniciativa podría hacer que en pocos años sea ilegal comprar tabaco en Europa para una parte creciente de la población adulta.

Además de limitar el acceso, Bruselas quiere endurecer las sanciones por consumo en espacios públicos y modificar la composición de los productos de tabaco.

Multas más severas para reducir el consumo joven

El Anteproyecto de Ley de Modificación de la Normativa 28/2005, aprobado por el Consejo de Ministros en septiembre, ya prevé multas de hasta 100 euros para quienes fumen o vapeen en zonas libres de humo.

Esta cifra triplica las sanciones actuales, que se limitaban a 30 euros. La medida busca frenar el aumento del consumo entre los jóvenes, donde el uso de cigarrillos electrónicos ha crecido más de un 25% en los últimos tres años, según datos del Ministerio de Sanidad.

Cambios en la composición de los cigarrillos

En paralelo, la OMS y la Comisión Europea proponen reducir los niveles de nicotina en los cigarrillos tradicionales, eliminar los productos de tabaco combustible y prohibir los cigarrillos slims, más delgados que los convencionales.

Estas restricciones buscan desincentivar el consumo entre quienes consideran estos productos “más ligeros” o menos perjudiciales, una percepción errónea que las autoridades sanitarias quieren eliminar.

Ampliación de los espacios libres de humo

Una de las medidas más visibles y con mayor impacto social será la extensión de las zonas donde no se podrá fumar ni vapear.

El Ministerio de Sanidad, liderado por Mónica García, trabaja en un proyecto que ampliará los espacios libres de humo a parques infantiles, terrazas de bares y restaurantes, estaciones de transporte, conciertos, eventos al aire libre y vehículos particulares con ocupantes.

Esta medida ya se ha probado en comunidades como Galicia o Cataluña con buenos resultados en la reducción del tabaquismo pasivo.

Expertos en salud pública señalan que este tipo de acciones tienen un impacto directo en la normalización del no consumo, especialmente entre los adolescentes. “Limitar la exposición social al tabaco reduce la probabilidad de que los jóvenes comiencen a fumar”, apunta un informe del Instituto Nacional de Estadística, que cifra en más de 50.000 las muertes anuales relacionadas con el tabaco en España.

Las medidas propuestas por Bruselas han sido calificadas de “extremas” por las asociaciones del sector, que advierten del impacto económico sobre los estancos y la recaudación fiscal. Sin embargo, la Comisión sostiene que los beneficios para la salud pública superarán con creces los efectos económicos.

Bruselas, respaldada por la OMS, parece decidida a avanzar sin retrocesos.

Imágenes | Pixabay, Pixabay

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