Futuro de las monedas sociales

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Este pasado domingo Documentos TV ha estrenado un trabajo de producción propia, Monedas de cambio, dedicado a profundizar en . Creo que resulta interesante su visionado, por lo que lo embebo en este post para que todos los lectores puedan verlo y debatir acerca del futuro de las monedas sociales.

Y digo debatir ya que en cierto modo, y es lógico estando muy relacionadas, el posicionamiento general ante las mismas me recuerda en gran medida al que existe ante la marca "banca ética", a la que dedique una serie de posts en su momento, y que se podría resumir en toermundoegüeno, menos los malvados que cuestionan cualquier aspecto de estas iniciativas.

Está claro que el tema da para un post, o para otra serie de ellos, por lo que me voy a limitar a resaltar algunos puntos que creo que resultan interesantes para abrir el debate sobre estas nuevas realidades.

Heterogéneo es poco

El documental me confirma una de las sensaciones que tenía al respeto, y es que detrás de estas nuevas monedas sociales hay realidades muy distintas, actores muy concretos, cuyos intereses en ocasiones se complementan y en otras no parecen tan coincidentes. Y esto se manifiesta en el desarrollo de cada una de las monedas.

Podemos observar grupos que defienden modelos económicos alternativos a lo que ellos denominan capitalismo neoliberal, comerciantes y pequeños empresarios que las usan como herramienta de promoción local, instituciones públicas que apoyan a unos u a otros, entidades financieras "éticas", etc...

Quizás en un primer momento la coexistencia es relativamente sencilla, pero si las iniciativas crecen no parece que sea sencillo mantener los equilibrios necesarios entre los distintos grupos. Y es que no usarán estas monedas como reservas de valor, pero sin duda que las mismas ponen de manifiesto los valores que algunos defienden y dejan en evidencia que no es oro todo lo que reluce.

Momentos curiosos: antiliberales acercándose al mercado

El documental tiene grandes momentos. por ejemplo ese en el que la mujer con la que arranca el mismo, expone una suerte de manifestación de la denostada Ley de Say:

¿cómo se consiguen los pumas? Pues hay que ofrecer algo a cambio.

Esa reflexión tan lógica, tan natural, y que luego continua con el sentimiento de orgullo de que esas monedas las ha conseguido ella con su esfuerzo, choca de lleno con teorías como las de la renta básica, las subvenciones permanentes, y otras similares que defienden muchos de los que apoyan estas monedas.

La clave estaría en que muchos de los participantes de estos movimientos ven perfectamente lógico el que para conseguir esos pumas hay que trabajar y comerciar, pero para conseguir los euros del estado basta con existir y pedirlos.

El asunto tiene todavía más miga cuando uno intuye que algunos de los participantes en estos sistemas de monedas sociales desarrollan su actividad sin regularizar. No seré yo quien critique su actuación al margen de la economía formal, pero resulta paradójico que muchos de los movimientos que apoyan estas monedas sociales clamen contra el fraude fiscal y luego los sistemas monetarios que utilizan faciliten este tipo de prácticas.

De verdad que es muy tierno ver como algunos pretenden escapar del control estatista que han fomentado y escuchar como hablan incluso de votar con el dinero los mismos que ponen a parir a los mercados, los mismos que por otro lado se manifiestan con lemas de más democracia y menos mercados.

Momentos esperpénticos: por el proteccionismo, hasta el infinito y más allá

Como ya he señalado buena parte de estos movimientos no esconden otra cosa detrás de los mismos que puro y duro proteccionismo local. Hay un momento en que se deja claro, que lo se busca es que el dinero de aquí se quede aquí, que no circule, que no vengan los de fuera a competir conmigo.

Resulta hilarante el que uno de los responsables identifique como bueno el comprar producto local, y como malo el producto foráneo. Y se queda tan ancho. Entiendo que aquellos que no quieren que sus productos se vean amenazados por los de la competencia, renunciarán a comerciar fuera, a captar clientes ajenos a dicha zona. Es una reflexión un tanto estúpida, ya que por supuesto, quien defiende este tipo de práctica es aquel que es incapaz de competir con alguien, de vender sin contar con una ventaja otorgada por el primo de zumosol.

Y es que pronto surgen voces que estas iniciativas deben ser apoyadas desde las Administraciones Públicas: subvenciones directas a los sistemas, abono de subvenciones a terceros en moneda social para que sólo puedan gastarlo a nivel local, posibilidad de cobro de las tasas locales en moneda social, etc...

Al margen de las posibles implicaciones legales en relación con la unidad de mercado, la libre competencia y la regulación europea en general, nada nuevo bajo el sol. Un canto a la Arcadia perdida, al autarquismo buenista, convenientemente regado con dinero público (es decir, dinero arrancado coactivamente), para que algunos no vean amenazado su nicho de negocio.

Confusión total

Viendo el video me pregunto si vivo en la misma dimensión espacio/tiempo que algunos de los que salen en ella. De verdad que me cuesta entender a que se refieren cuando hablan de la crisis del euro. Y es que prefiero pensar que no los entiendo a pensar que tratan de colarme bajo esta falsa bandera la crisis del modelo socioeconómico del Estado hiperintervencionista que han construido y jaleado.

¿Crisis del euro? El euro está poniendo de manifiesto las debilidades del sistema, seguramente no siendo está la voluntad de aquellos que lo gestionan. Cuando dicen que hay escasez de euros, uno no puede más que dar la razón a Huerta de Soto cuando señala la moneda única como una suerte de clínica de desintoxicación para yonkis monetarios.

Es tremendo cuando se obvia, en ese juego de mesa que se montan, el papel de los Bancos Centrales y del propio Estado en la emisión de la moneda fíat y en el sistema de reserva fraccionario. Sólo hablan de la malvada banca privada, sin querer ver que son meros terminales de la política monetaria de Papa Estado. Corporativismo puro y duro, negocios privados al amparo de un monopolio público. Pero de eso ni una palabra.

Y a pesar de todo....

Y a pesar de todo uno no está en contra de estas nuevas monedas. Ni de estas ni de ningunas (tampoco de los bitcoins, de las emitidas por empresas privadas, etc...). Uno cree en la libertad y diversidad monetaria. Es más creo que creo más en ellas que la inmensa mayoría de los que salen en el video y que claman por el apoyo de los poderes públicos para sus criaturas.

Como ya he comentado en alguna ocasión, y lo hilo con esa referencia a la crisis del euro, lo que esta poniéndose de manifiesto es la deslegitimación del Estado en la medida en que ya no es capaz de financiar sus panes y sus circos, un sistema que colapsa al final de una escapada de deuda, y donde la gente está empezando a correr el velo detrás del que se esconde la moneda fiduciaria y la reserva fraccionaria.

Más información| Documentos TV, CES En El Blog Salmón | Los gallifantes de Alzira

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